Christmas reconciliation.

Parte tres

JungKook estaba algo avergonzado. Yoongi realmente sorprendido.

- ¿No dirás nada, angelito? - JungKook preguntaba y esperaba que esta ridiculez para el valiera la pena.

JungKook tenía puesto un conjunto, pero no cualquier conjunto. Tenía puesto un aterciopelado pantalón rojo, unas botas negras, una sencilla camisa blanca ajustada, un abrigo rojo junto a un grueso cinturón negro que moldeaba su estrecha cintura. Y un gorrito navideño.

Yoongi juraba estar babeando. No todos los días tu novio vestía un traje de santa claus. La imagen era tan sensual que estaba a nada de saltar encima de él.

- Te faltó la barba - Yoongi susurro con un deje de diversión.

- Ni de coña - JungKook renego. Sería demasiado para su ego - Mira que me siento ridículo, pero no encontré otra forma para que me perdonarás. Supuse que te gustaría algo como esto.

Yoongi se mordió el labio. JungKook había hecho algo tan significante y humillante por el, maldición estaba conmovido - Me gusta.

JungKook alzó su ceja - ¿Te gusta? Pues que bueno. No pasará otra vez.

- Oh, entonces significa que tengo que disfrutar de ello - Yoongi fingió pensar - Lástima que no estas perdonado aún.

JungKook frunció el ceño - Maldita sea, dime que rayos quieres para que me perdones.

A YoonGi no debió excitar las palabras bruscas de su novio pero no pudo evitarlo. Ok, ya estaba cayendo en tentación, que más daba.

- Si quieres saberlo, pasa - Yoongi giró y camino dentro de la casa. JungKook no lo pensó y entró cerrando la puerta de golpe.

Yoongi sonreía con diversión.

- ¿Y bien, angelito? - JungKook miraba a su novio. Mierda, JungKook nunca sintió las ganas de tomar a su angelito, besarlo, acariciarlo o follarlo como lo estaba sintiendo ahora. Había pasado varias horas y se sentía morir por tocar a YoonGi.

- Quiero que me bailes - Yoongi se lamió los labios.

JungKook quedo perplejo - Prefiero comer mierda que bailar, angelito.

Yoongi rió, ya sabiendo tal reacción- Entonces vete. Y yo que empezaba a ponerme cachondo.

- Estás jugando con fuego - JungKook gruño.

- Me gusta correr riesgos, Kookie -

JungKook apretó la mandíbula, sus ojos oscuros e intensos miraban a YoonGi. Una ira que crecía dentro de él ¿bailar? Que diablos iba saber el de bailar. Solo era un cirujano aburrido. Oh, y su angelito estaba torturandolo, enloqueciendolo, lo estaba consiguiendo.

- Bien. Pero después follare tu lindo culito a mi antojo. Y no me detendré hasta saciar mi enojo -

Yoongi gimío y asintió rápidamente. Buscó su celular y busco una melodía erótica. Cuando la melodía empezó a sonar, JungKook caminó hasta Yoongi, lo guió hasta el sofá y lo sentó mientras se colocaba enfrente de el.

Dejo que la música fluyera en su mente, que guiará los suaves movimientos en su cuerpo. Su cadera se movía en perfectas olas que removiliaba con sus brazos.

La mirada de YoonGi no se apartaba, el baile era sensual e hipnotizante. JungKook se movía con una fluidez envidiable. La música dio a su fin y JungKook no espero más para estampar sus labios con los de YoonGi.

No fue suave, tierno ni cálido. Era obsceno, ruidoso pero tan graficante para ambos. Dientes, lengua, usaban lo que pudieran para disfrutar del castigador beso.