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¿Alguna vez has odiado a alguien sin razón o motivo alguno?. Quizás para muchos sea fácil decir que era una perdida de tiempo sentirse así.
Pero Tails sabía que aquellos pensamientos podían surgir de la más leve inconformidad.
¿Tal vez era envidia? ¿Pero de quién o de que? Tails tenía un buen hogar, aunque sus padres y el a veces podían discutir porque tenían diferentes puntos de vista, pero no se podía quejar, después de todo tenía todo lo que necesitaba. Entonces, sería de su vida escolar, aunque no era el compañero más querido por todos, tampoco era el más odiado, si es asi, porque tenía celos.
"Celos", era una palabra muy curiosa. Era algo natural, que cualquiera podía experimentar, pero a la vez peligroso, el lo entendió, porque los celos podían llevar al odió, era indagador e interesante que aunque tú no lo supieras puede existir aquella persona que vive pendiente de tu vida, algunos con buenas intenciones y otros con malas. Bueno, la verdad es que a esas personas no se les guarda rencor se les tiene lástima.
¿Porque Tails tenía "celos" de los chicos populares? Porque sentía que ellos lo conseguían todo tan fácilmente.
Ya sea por su apariencia, familia o riqueza, podían obtenerlo todo, incluso cuando fueran pésimos estudiantes, mientras sus papás dieran una jugosa colaboración al director, ellos pasarían sin problemas, su vida ya estaba resuelta.
Todos los llamaban "nerd", no importará lo listo que fuera, comparado con un deportista, las chicas lo dejaban en la friendzone, diciendo que lo querían, pero como un amigó.
Pero "nerd" era mejor que "anormal".
Tails recordó aquel salón, su ropa mojada y las risas incesantes.
- Bueno ya llegamos, Tails-.
El zorro despertó de sus pensamientos para mirar la escena delante. El parque que era tan grande como una ciudad pequeña que alguna vez fue uno de los lugares más concurrídos, ahora era casi un vertedero de basura distópica totalmente con restos de robots oxidados y lo que quedó de su alta tecnología, los edificios que parecían ser rascacielos, ahora estaban deteriorados.
Otro en la situación de Tails hubiese tirado el volante de inmediato, pero con un amigo como Silver, Tails ya había hecho cientos de locuras.
- Es mejor que el cementerio-.
- Ya me disculpé, además tú no fuiste el que tubo que pagar una multa...-.
- Lo que hiciste se puede considerar como allanamiento-.
