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Todos los seres vivos están programados para sobrevivir, incluso hasta los animales más dóciles se volverán salvajes para sobrevivir. Puede que sea un instinto primitivo para preservar las especias y descendencia para algunos, pero para otros es simplemente el deseo de vivir.
— Ah...ha...ha—.
Curiosamente Tails, que estaba siguió corriendo a pesar de las heridas por las caídas, piedras con las que tropezó, ramas de árboles que lo golpearon y el barranco en el que casi se cae, quizás fue la primera vez en su vida que corrió tanto, no sabría si su padre estaría feliz si lo viera.
Lo más ridículo fueron sus pensamientos, "¿Estos eran mis últimos pensamiento antes de morir?" No sabía si reírse o sentir lastima por si mismo.
Varios recuerdos pasaron por su mente, ¿Arrepentimiento? ¿Miedo? ¿Desesperanza?, No lo sabía, lo único cierto eran todos los fragmentos de su vida pasar en un 'flashback'.
— ¡GRRR!.....¡GROAR!— los gruñidos y rugidos se escucharon cada vez más cerca, sentía como su pelaje se erizaba cómo signo de advertencia ante el peligro.
El ahora era una presa que corría por su vida.
No si quiera sabía que era "eso" que lo atacaba, ¿Un oso? ¿Lobo?, Solo podía decir que era una bestia salvaje peligrosa. El vio como destrozó la puerta de madera con sus garras mientras intento atacarlo.
No supo porque se sintió como un pequeño insecto, que volaba despavorido tratando de huir de una inminente muerte. Incluso cuando su cuerpo le pedía a gritos un descanso, en ningún momento se detuvo y siguió corriendo, incluso aunque fuera inútil huir, se aferro a seguir moviéndose para sobrevivir.
Pero la crueldad e ironía del destino eran cómicas, no importa cuánto te esfuerces algunas veces o lo mucho que luches, había perdido cuando vió el acantilado, de piedra al final del bosque, se dió cuenta de que no tenía camino más por dónde correr.
Al girarse sobre sus pasos vio a la bestia de varios metros de alto, erguida y amenazante.
Miro sus ojos ojos negros con pupilas blancas, no supo porque pero sentía que aquella bestia antropomorfico se reía de él. Sus ojos lo veían como una mera presa para divertirse, quizás Tails finalmente se había vuelto loco por el cansancio o el miedo.
¿Será que esa bestia lo guío hasta allí solo para verlo sucumbir a la desesperación? ¿Cómo un depredador que persigue a su presa solamente por el placer de la caza?.
Pero para la cacería no solo es necesario el depredador , sino también una presa que lucha desesperada por vivir.
Tails sintió que más que un juguete, ahora mismo el era una broma.
