Amor de un rico

Capítulo - 2

Salida

Por fin era viernes, el día más esperado por todos. Ya que empezaban los días de descanso que todo alumno espera con ansias. Estoy en el taller haciendo unos guantes con la máquina de coser, odio esa cosa, prefiero mil veces coser a mano aunque tarde mil años.

Sip estoy estudiando diseño como lo hizo mi mamá, todavía recuerdo como se veía su cara cuando cosía, era una mezcla de seriedad y alegría. La mayoría de las cosas que creaba eran para mí, eso fue hasta el accidente... Era una tarde de invierno, ella iba por la autopista, estaba viniendo de comprar los regalos para Navidad. Nunca llegó a casa esa noche, la carretera estaba demasiado resbaladiza que cuando quiso frenar el coche, este se salió de control y chocó contra otro. Tenía doce años en aquel entonces, todavía recuerdo a la perfección los llantos de mi padre y míos, eran desgarradores. Y desde ese momento hemos sido los dos solos, apoyándonos el uno al otro sin importar que.

—¡Elizabeth!— La voz de Bea retumba en mi cabeza.

—¿Qué ocurre?— Preguntó de manera inocente tratando de olvidar ese amargo recuerdo.

—Te estaba preguntando que si querías venir conmigo a Diskos, para bailar y beber algo.

—Oh, sí claro.

—Bien, te espero a las once en la entrada.

—Ahí estaré— Añado un pulgar arriba, Diskos es una discoteca que hay cerca de la casa de Bea, es una pasada, siempre que hay festivo o alguna celebración vamos allí a pasarlo bien. Es un lugar agradable y de mis favoritos para bailar un rato, olvidarme de las cosas, y pensar solo en mi y en pasarlo bien.

. . .

Ya es de tarde y estoy super aburrida porque no se que hacer, me duche para así estar lista para la noche, y ahora me encuentro tirada en la cama mirando al techo. No puedo seguir así, moriré de aburrimiento, me levanto y con paso ligero camino hacia la gran biblioteca para ver si encuentro algo entretenido para leer. Miro las grandes estanterías pasando mis ojos por los bordes de los libros, leyendo los títulos en busca de uno que capte mi la atención lo suficiente, me detengo en uno de los libros altos, parece ser uno de acción por lo que puedo ver en el título. Agarro una silla que hay en las mesas de la biblioteca para subirme encima.

—¿Qué es lo que estás haciendo?— La voz grave de Amon saca un pequeño susto del cuerpo haciendo que pierda el equilibrio y caiga de espaldas, pero en vez de chocar contra el frío suelo, caigo en sus brazos notando cada músculo sujetándome.

—Deberías tener más cuidado— Dijo mientras me soltaba.

—Pe-perdón y gracias.

Salgo con paso rápido he ahí, encontrándome con Nicolás en mitad del pasillo, traté de ignorarlo, pero no funcionó. —Señorita Elizabeth, la estaba buscando.

—¿Qué es lo que necesitas?— Trato de calmar mi agitada respiración, para así no tener que recibir preguntas de Nico.

—No es nada importante, solo quería decirle que he dejado algunos vestidos en su habitación para que se los pruebe y elija el que mas le guste para esta noche— Sonrió y se marchó directo hacia el despacho de Amon. Estoy confundida, así que salgo disparada a mi cuarto, abro la puerta con fuerza haciendo que choque en la pared. En la cama veo una pequeña montaña de vestidos de todos los colores y estilos, la voz de María se escucha al fondo preguntándome que fue ese estruendoso ruido, no contestó. Agarro la nota que está arriba del todo de la montaña de ropa;