Donde la tensión sexual, finalmente es liberada y consumada.
=================
Conjunto de One Shots, en donde Leorio y Kurapika, se verán en situaciones complejas que deberán a aprender a resolver. Y sanar las heridas y tomos de malas decisiones
Pa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•••••
La brisa fría de la madrugada en la montaña Kukuroo, rosa su piel con suma ligereza, trazando caminos de tranquilidad en el alborotado corazón amargo del joven de cabellos rubios, otra vez, se veía así mismo envuelto en los azares tan complejos de la vida. El entrenamiento fue bastante arduo, pero se logró un gran avance; era necesario todo esto con tal de salvar a Killua, Gon está muy empeñado en salvar al niño de blancos cabellos, que en realidad, no creyó que estaba demás ayudarlo en ese propósito. Por lo menos trataba de guardar y a atesorar sus últimos momentos de semi paz con aquellos chicos tna extraños con los que se juntó.
Estaba demás decir, que desde que su clan fue masacrado, no se había vuelto a sentir así de relajado. En parte, le parecía sumamente increíble y enternecedor aquel instante, pero... No podía darse el lujo suficiente como para aplazar sus planes por ellos. Sonaba cruel incluso en sus pensamientos, pero era así como debía y tenía que ser. Sin importar lo a gusto que estaba ahora.
De repente, un sonido casi sordo llama a su puerta.
No necesitaba ser adivino, para ser conocedor de la irritante presencia del más alto.
— Adelante
— Hey, Kurapika. ¿Aun no tienes sueño? —Leorio pregunta, el contrario dándole aun la espalda, mirando a través de su ventana, respondió.
— Di me tú, ¿por dónde crees que lo tendría? —seriamente contesta, el pelinegro pone los ojos en blanco, caminando hasta su costado.
— Escúchame bien, enano rubio. Si no te pareció suficientemente agradable nuestra presencia. Hubiera venido con Gon hasta aquí, únicamente
— Te equivocas, no es la presencia de Gon la que me disgusta, es la tuya. No es el momento indicado para irrumpir en la reflexión y espacio de las personas
Leorio frunce el ceño, estaba muy molesto. Diablos, ¿Por que tenía que ser tan jodidamente altanero?.
— Parece que la tregua ridícula de llevarnos bien, no dura mucho contigo. ¿No?, solo te preguntaba algo tan simple
— Y a la vez estúpido
— ¡¿Qué carajos?!, ¡Tú... ! —se acerca abruptamente al rostro del más bajo— no pienso discutir con alguien de tan doble moral como tú. No me importa lo que pienses de mi, pero no creas que afectarás al resto con tu cara de trasero, ¿entiendes?
— Tienes tres segundos, para apartarte de mi vista... Tres
— ¿Crees que vas a asustarme?
— ... Dos
— Eres nuestro amigo ahora, te guste o no. Quizá no te agrade aplazar tus planes y quizá nunca logre agradarte del todo, pero... Hago esto por Gon y Killua y por que yo si me sentí bien al lado de ustedes
