Que Dieu ait pitié de notre âme
"My life is an endless carnival"
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Atractiva, inteligente, juguetona, astuta y un poco loca, la mujer perfecta, ella gozaba de unas hermosas cualidades que volvían loco a chishiya y es que no era de sorprender.
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-¿La vas a añadir al plan? Me refiero a Lea- me dice Kuina, la veo de reojo mientras niego con la cabeza.
-Es muy importante como para que la involucre, además, tiene un apego al sombrerero y a Aguni.
El sombrerero ya estaba en el balcón soltando palabrería inutil como todos los días
-¿Y ellos qué? - dijo Kuina llevándose un cigarrillo a la boca y apuntaba a dos tipos que se veían confundidos.
-Estuve con ellos en un juego, puede que nos sirvan para el plan.
Kuina se fue a su juego y yo seleccione un papel para poder ir a un juego, realmente no me importaba mucho el donde ir.
-Hola- escucho una voz a mis espaldas, Era Lea, llevaba un bonito bikini rojo.
-¿Donde te tocó? - me enseñó su papel, le había tocado conmigo.
-Uy, que suerte, nos tocó juntos, vamos en mi auto
Después de eso nos fuimos en su auto, llegamos al juego y nos estacionados afuera, era un tipo parque pero con una gran valla que rodeaba el lugar, nos adentramos y tomamos un celular cada uno, activandose el reconocimiento facial.
Varios se veían confundidos y otros seguros de si mismos. Examine a todos con la mirada, Vi que Lea también lo hacía.
Dos señoras, un hombre de no más de 40, tres jovenes, una estudiante y un niño tomado de la mano de la señora
Registro cerrado Hay un total de 10 participantes. El juego está por comenzar. Dificultad: 4 de picas.
Una chica con ropa de colegio trataba de hablar con otros pero le ignoraban, Lea la vió de reojo pero imitó a los demás.
juego: Laberinto. Reglas: Salir del laberinto; No puedes hablar con otro jugador Condición para ganar: cruzar la meta en el tiempo dado. Tiempo límite: 20 minutos Buena suerte.
Lea me vio divertida- No me mires asi, sabes que mi fuerte no es lo físico.
El juego comienza ahora.
Lea suelta una carcajada y me toma de la mano.
Me arrastró con rápidez por todo el lugar, literalmente era un laberinto hecho de arbustos, como si del jardín de la reina Roja se tratara.
De pronto algo sale volando a nuestra dirección y una flecha de incrusta a lado mío Sabía que esto no iba a ser tan fácil y la mirada de la pelirroja me confirma que también pensó lo mismo.
