Break My Heart ♡▪︎ [ Spruan ]

Celos | 08

2:43 pm

El había pasado y el dúo seguía encerrado en aquella oficina, esta vez lo dos ya estaban aburridos pero el trabajo era demasiado, no lo podía dejar incompleto, o si?

-Ya me aburrí otra vez Spreen

-Si lo se, ya me dijiste más de cinco veces

-Porque tu trabajo es tan aburrido...

-Como se escucha, es un trabajo

-Si pero... no haces nada más?

-No

-Y no hay beso?

El oso dejó lo que estaba haciendo y volteó a ver al hechicero, un beso? Ya eran pareja? Que eran?

-Un beso?

-Sip, un beso

-Para que quieres un beso?

-No lo se, quiero un beso

-Pero no somos nada no?...

-Spreen... YA COJIMOS NO MAMES!

El oso solo se quedó callado mirando al piso, un leve sonrojo se hizo presente en su rostro pálido, cosa que noto el hechicero y le sacó una pequeña risa.

-Tranquilo, si no quieres no

Spreen se levantó de su asiento y fue al asiento de el castaño, se agacho para estar a la altura del contrario y se acercó a la oreja del castaño, cosa que hizo que se pusiera nervioso el hechicero.

-Si quiero - Susurro en el la oreja del contrario.

El oso bajo al cuello del contrario y lo empezó a besar, el castaño solo podía responder con pequeñas risitas y pequeños jadeos.

El peli negro dejo de besar el cuello del otro y se acercó a su boca, le dio un pequeño beso y se paro.

-Ya tienes tu beso

-Oh, pensé que ibas a seguir... - Dijo con una tristeza fingida.

-Lo siento, estamos en el trabajo

-Tu trabajo

-Si estas en esta oficina también es tu trabajo

El castaño solo se cruzó de brazos y se paro de la silla, se fue directo a la puerta y agarro la perilla, estaba a punto de abrir hasta que escuchó una voz.

-A donde vas?

-Al baño

El oso no le tomo importancia y se sento en la silla para seguir con su trabajo, era demasiado para un día, aunque podría dejar cosas sin hacer ya que el era el jefe pero eso llevaba diciendo más de una semana, un día más no afectaba en nada.

Juan abrió la puerta de la oficina y empezó a bajar las escaleras, el dolor de cadera había vuelto y más fuerte, eso lo estresaba bastante.

Cuando por fin bajo las escaleras salió de aquella pequeña habitación y al salir se encontró a Mariana al lado de el, cosa que hizo que se asustara y diera un pequeño brinco hacia atrás.

-Uy, perdón, te asusté?

-No, no como crees - Dijo sarcásticamente

-Ah, bueno

-Eres pendejo o que? Si, si me asusté!

-Ay, pues di puto!

El castaño no le tomo importancia y siguió de largo pero algo impidió que siguiera caminando, sintió un agarre en su brazo y volteó a ver, se dio cuenta que era Mariana.