Episodio 4. Dejar ir.

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Dejar ir alguien duele. Creo que todos lo sabemos.

A veces lo hacemos porque hay algo que ya no funciona. Lo hacemos porque dolía seguir teniéndolo en nuestras vidas. Lo hacemos porque no podíamos seguir ahí. Lo hacemos porque ya hay algo roto.

No digo que no se puedan solucionar las cosas, claro que se puede, si las dos personas quieren que funcione, funcionará.
Pero a veces, por mucho que no queramos que sea así, no se puede y le tenemos que dejar marcharse o dejar claro que no podemos seguir a su lado de esa forma.

Creo que hacerlo también es un acto de amor propio, ¿no?
Porque tu quieres muchísimo a esa persona, pero justamente eso te hace daño. Y el amor no debería doler.
Pero también quieres que sea feliz, es algo bueno por parte.

Tenemos que dejar ir lo que ya se fue. Por mucho que cueste entenderlo y duela.
Duele dejar ir, pero duele muchísimo más aferrarse.

Decir adiós también cuenta con amor. A veces hay que dejar ir, y otras hay que aprender a irse.

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