Los locos Addams 2 (M!Merlina x F!Reader)

Capítulo 13: Debbie

En un bar, Debbie estaba sentada en un mostrador rodeada de hombres y todos cantaban Macho Man.

"Macho, macho man! I've got to be a
Macho Man! Macho, macho man! I've got to be a macho - hey! Hey! Hey! Hey!
hey!"

—¡Hey! —gritó Debbie de repente—. Oigan, ¿qué hora es, chicos? —preguntó Debbie.

—Uh, son las 6:25 —respondió.

Debbie jadeó y saltó del mostrador. —Oops. Debo irme.

Todos los chicos empezaron a protestar mientras caminaba hacia la salida. Justo antes de irse, se volvió hacia los chicos.

—No tardaré. Es mi aniversario. Debo volver —dijo coquetamente.

—¡Ah, es muy afortunado! —uno de los chicos le dijo.

—¡No digas eso! —espetó, antes de irse.

De vuelta en su casa, Lucas estaba sentado en la mesa practicando su brindis. Recogió un vaso y se lo tendió.

—¡Salud! —dijo, antes de decidir que eso no era bueno.

———

Debbie detuvo su auto frente a la casa y se miró en el espejo practicando su llanto.

—¡Oficial, mi esposo estaba en la casa! —exclamó con falsa tristeza. Fingió llorar un poco más, pero luego se convirtió en una risa enloquecida.

———

Lucas volvió a levantar su copa.

—¡Feliz aniversario, amorcito! —asintió con la cabeza y volvió a dejar el vaso sobre la mesa, pero lo hizo un poco demasiado fuerte y se rompió.

———

Debbie miró su reloj durante unos segundos antes de que la casa explotara. Una vez que lo hizo, miró al frente y ni siquiera se inmutó. Se quedó completamente quieta mientras algunos de los escombros caían sobre su auto.

Una vez que terminó, salió de su auto y miró la casa en llamas con una sonrisa en su rostro.

—Ayuda, ayuda —dijo patéticamente antes de caminar hacia los restos.

Pateó el asiento de un inodoro fuera de su camino y sonrió ante su obra.

De repente, Lucas salió corriendo de la casa, con la cara y la ropa cubiertas de ceniza, llevando su cena ahora quemada.

—¡Amorcito! ¿Trajiste la champaña? —preguntó.

Debbie sacó un arma de su bolso y lo apuntó. —¡Quieto! —bramó.

Lucas hizo una pausa y la miró confundido. —¿Amorcito?

—Quise que pareciera un accidente. Intente darte algo de dignidad, pero ¡oh no, no a ti! —dijo.

—¿Qué estás diciendo?

—¡Solo digo que quiero tu dinero y que te quiero muerto! —Ella dijo sin rodeos.

—Pero-pero, ¿es qué no me amas? —Lucas le preguntó.

Debbie se echó a reír como un maníaco.

—¿Es quiere decir que no?

—¿Te amo? ¡Solo mírate! ¡Eres una pesadilla! —criticó.

Debbie estaba demasiado preocupada para notar que Dedos se había subido a su auto y se dirigía hacia ella.

—¡Eres el eslabón perdido! ¡En luhar de casarte deberían estudiarte! ¡Eres la cosa más calva y más tonta! ¡Ninguna mujer cuerda podría amarte!