𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝖾𝗅𝖾𝗏𝖾𝗇

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— No me la contes

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No me la contes. ¿Nomás vas a estar tres días en Barcelona?

— Sí...

¡No me la contes! — Iván hizo un puchero al otro lado de la pantalla— Ay, fantasmita, no quiero parecer un... Vos sabés... Un obsesionado de mierda... Pero, ¿por qué?

Se re moría el chabón. — Rodrigo se hizo presente en la llamada de los chicos luego de haber estado en silencio observando a Iván entrar en colapso.

— Ay, — Carly reprimió una risita nerviosa — no pareces eso, burbuja. — rió — Con gusto les explico el porqué:

"El partido de él es dos días después de la Velada... Tengo que estar ahí con él."

— Carla, quédate los días que debas quedarte en Barcelona y no te preocupes por mi ¿ok? — un Ed muy apenado repitió esas palabras por tercera vez.

— Ed, estaré ahí, te guste o no.

— Pero tu plan era estar cinco días allá con tus amigos... No quiero que dejes de estar con ellos por mi.

— Edgar, ¿qué dices? Este partido es muy importante para ti, no me pidas que deje de asistir.

— Que tú socialices y tengas a tus personas cara a cara también es importante. — determinó con seriedad.

La castaña bajó la mirada y removió un poco su cabello. Si bien, tenía razón, pero para ella era mucho más importante estar en ese momento con su hermano.

Meses antes él se la había pasado mencionando lo mucho que le emocionaba que su hermana lo mirará jugar fútbol y lo mucho que deseaba que ella supiera que era bueno.

Deseaba tanto que ella estuviera orgullosa de él.

Ella amaba ver a su hermano sonreír genuinamente.

— Ed... Tú eres más importante que todo eso. ¿Ok? Estaré tres divertidos días en Barcelona.

Ed podría verse muy despreocupado y seguro de si mismo por fuera, pero la verdad es que era un chico inseguro.

— ¿Segura que eso está bien?

— Muy segura.

Carly moriría por su hermano, pero lavar sus platos sucios le daba todo el fastidio del mundo.

— Nah, Fantasmita, hubieras empezado por ahí. Tenés que estar ahí para tu hermano. — Iván realmente se sentía avergonzado por haber creado drama — Tres días están re bien, tipo, te voy- te vamos a ver, — se corrigió al instante— eso es lo que importa.

A todas estás Rodrigo lo miraba con la ceja alzada y de forma pícara.

— Boludo, ¿te sentís bien? — le susurró a Iván.

𝗗𝗮𝘆𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺𝗶𝗻𝗴 | SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora