𝗗𝗮𝘆𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺𝗶𝗻𝗴 | Spreen

𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗍𝗁𝗂𝗋𝗍𝖾𝖾𝗇

"Para mí querida Carly♡
De parte de Andrew.

¿Sabes? Siempre se me dieron bien los ensayos y documentos a redactar en la escuela, pero ciertamente no sé cómo empezar esta carta para la niña más linda en TODO sentido que he conocido y conoceré.

Así que diré lo que tengo en mente desde que te vi por primera vez tomando ese juguito de cajita que tanto te caracteriza:

Estoy perdidamente enamorado de ti, Carly.

He estado preparando esta carta en mi mente desde hacía algún tiempo pero adelanté su realización porque hoy me diste la terrible noticia (estoy muy feliz de que tu padre consiga un mejor empleo, realmente lo estoy) de que te ibas a mudar a la otra punta de Estados Unidos.

Tienes un afán de dejar las cosas a último momento, y eso es algo realmente entrañable en ti... Pero, ¿por qué me contaste que te mudarias lejos tres días antes de tu partida?

Mentiría si te dijera que no llegué a casa con el corazón roto (pero repito que enserio estoy muy feliz por ti y tu familia) tengo muchos sentimientos por ti que deseo dejarte ver, pero ahora siento que de la nada no tengo tiempo para hacerlo.

Así que te escribí esta carta... En realidad, son muchas pero esta es la más decente hasta ahora:)

Se que nunca podré expresar con palabras lo mucho que me gustas pero deseo con todo mi corazón poder demostrartelo con acciones.

Pero ahora siento que no podré hacerlo del todo porque te irás de mi lado, así que aquí estoy yo, tratando de plasmar una pizca de lo que siento por ti.

Eres como una rosa en el fondo de un jardín, pero aunque no se vea, consigue iluminar toda la zona. Nunca entendí como lograbas pasar desapercibida y desaparecer de la nada sin que nadie lo notara. Supongo que a veces esa es la forma de vida. Los que más merecen atención suelen quedar regados a un segundo plano.

Pero tú nunca lograbas pasar desaparecida para mí, Carly. Eres todo menos alguien que está en segundo plano.

Aprendí cada una de tus miradas cuando estabas aburrida, enojada, feliz o triste y como acercarme y hablarte cuando tenías un estado de ánimo diferente.

Aprendí la forma en que solías usar el sarcasmo como modo de defensa para evitar hablar de tus problemas.

Aprendí la forma en que tus ojos se volvían más pequeños y tu mirada más vulnerable cuando te dabas cuenta que tus momentos de enojo lastimaron a alguien.