5: "raro"

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Jake no sabía a dónde lo llevaba Neytiri, pero no cuestionaba a su entrenadora, alías, protectora. Solo la seguía en silencio y algo decaído. ¿Razón? A pesar de haberse tranquilizado, la imagen del Na'vi maestro que seguía en sus pensamientos lo torturaba, creando miles de escenarios.

Pero aquellos escenarios fueron interrumpidos al ver a la gran multitud de personas casi rodeando un árbol tan hermoso como el sauce, pero en vez de hojas, colgaban cosas blancas que parecían nemonas marinas.

Había quedado boquiabierto.

Neytiri se puso a reír despacio ante esa reacción, pegándole con suave codazo en el pecho para que esté reaccionara.

— Hoy es inicio de una nueva vida. —Le susurraba, sin perderse de vista el ritual que realizaba todo el pueblo alrededor del árbol. —Mi madre, la Tsahik del clan, encargada de traer nueva vida aquí, se lleva a la madre a punto de parir y la ayuda. Mi padre, Olo'eyktan encargado de bautizar a la criatura y darle su bienvenida al mundo.

Jake estaba atento a la explicación, asombrado por lo que estaba viendo. Pero toda sorpresa se esfumó al ver una presencia mascula acercarse hacía Neytiri y él.

Tus'tey caminaba hacía ellos con la misma mirada intimidante de siempre, indicando que todavía le desagradaba la compañía del avatar. Pero incluso cuando ya estuvo al lado de Neytiri, está no se alejo y solo hizo el mismo gesto de saludo con la mano, combinado con las mismas palabras que tardaba en comprender.

Tu madre y Kalúm hacen un buen trabajo. La mujer estaba muy alarmada. — La voz grave del guerrero fue dirigida hacia Neytiri, que lo miro en desacuerdo.

Trata de dar a luz y entenderás lo que pasa esa mujer. Por eso el ritual, también es para ella, por soportar todo el dolor de traer nueva vida. — hubo un leve siseo en sus palabras, una posible manera de saber que tal vez estaba en una postura contraria a lo que hablaban. — ¿Y que hace Kalúm? Él debería estar cuidando a los niños.

— Tu estabas encargada del idiota ese —Señalo a Jake sin vergüenza, sabiendo que el conocimiento de este sobre su idioma era malo. — Así que tú madre pidió a Kalúm, que por suerte recordaba el procedimiento. —Aquella respuesta hizo enojar a Neytiri, se notaba por su mandíbula apretada y labios fruncidos.

Jake se acercó a Tus'tey al notar las expresiones de la que consideraba su amiga. Pero rápidamente se puso a la defensiva, mirándolo con un odio por el cual Jake desconocía el motivo. Y se negaba a creer que todo era debido a ser uno de los hombres del cielo. Debía haber algo más de por medio.

— Hey, estamos en una celebración. No hay razón para una discusión. — Dijo Jake con una falsa calma.

— No te metas en esto, raro. ¿Por qué no vuelves a dónde perteneces? Ya que está claro que aquí no es. — Aquello había herido indiscutiblemente a Jake.

Neytiri se puso frente a este, comenzando a discutir. Pero Jake no les prestaba atención, en su mente las palabras de Tus'tey rondaban. Estaba cansando de sentirse así y de escuchar murmullos de los nativos que opinaban lo mismo.

Pero como últimamente le había ocurrido, siempre había alguien que lo ayudaba. Y si no era Neytiri, siempre se trataba el mismo chico con un solo colmillo.

— ¡Hermana, Tus'tey! — Y no fue la excepción. — Vergüenza me dan. Es una ceremonia y los ví discutir en cuanto salí. Tuvieron suerte de que fuera yo y ninguno de los líderes. — Sonaba enojado, inclusive los mismos participantes en la discusión habían bajado las orejas. Este se acercó a paso fuerte hasta quedar al medio de ambos sujetos.

Jake lo miro. No estaba igual que en la madrugada, está vez su rostro estaba cubierto de una pintura aún más azúl con colores verdes, y un collar más pequeño junto a un tapado color verde alrededor de sus hombros.

En la cabeza de Jake no lograba comprender con que rapidez se había preparado. Pero desde su llegada, había preferido quedarse callado.

Fue en ese momento, donde el llanto de un bebé se comenzó a escuchar y los cuatro que se encontraban lejos de la multitud dirigieron su vista hacía dónde provenía el sonido.

Tal y como le había dicho Neytiri, el Olo'eyktan levantaba al pequeño y lo presentaba al clan como un nuevo miembro. Le daba su bienvenida al mundo y detrás de este el padre del pequeño.

Neytiri sonrió embobada, cubriendo de forma leve su rostro. Sus ojos casi poniéndose llorosos.

Jake en cambio, estaba asombrado e increíblemente feliz. Había presenciado su primera presentación de una nueva vida. La llegada de un Na'vi...

Giró su rostro, esperando encontrar la mirada de Kalúm tan embobado cómo la de Neytiri, pero lo que se encontró fue a un Tus'tey susurrandole algo y este sonriendole en respuesta.

¿Qué estarán hablando? ¿Por qué este le sonríe?

Su cabeza le dolía, hace apenas un rato se sentía cansado, luego feliz y ahora le dolía la cabeza. Todo en un rato. Nunca deseo más volver a su cuerpo humano y dormir un día entero.

Pero tuvo que evitar su dolor al escuchar los gritos de los Na'vi, incluyendo el de Neytiri, la cuál seguía con una sonrisa en su rostro. Ella se giró a verlo y sujeto su mano, arrastrándolo entre la multitud, dejando atrás a los dos sujetos. Quienes no apartaron la vista de los que se fueron.

Neytiri llevo a Jake al frente para poder apreciar a la nueva criatura, quien estaba siendo alimentado por su madre mientras su padre sonreía enternecido.
Pero en cuanto el avatar llegó, tanto el Olo'eyktan como el padre de la criatura se pusieron a la defensiva.

Jake se hizo hacía atrás por instinto, pero la Tsahik detuvo a su esposo con una mirada amenazante. Y para su sorpresa, la madre se levantó, ya que estaba apoyada contra el árbol de las almas, y se acercó hacía él.

Le sonreía de forma sincera, y con delicadeza, le entrego a su bebé en los brazos del guerrero.

Jake no sabía que decir ni como reaccionar. Agradecía recordar cómo se cargaban los bebés, así que lo acomodo en sus brazos, donde el pequeño dormía.

El avatar sabía que estaba siendo observado e incluso cuestionado por todo el clan, pero poco le importaba. Aquella criatura en sus brazos lo había hipnotizado y plantado un pensamiento en su cabeza.

— "No dejaré que algo malo te pase." — Y cómo si su pensamiento fuera escuchado, el pequeño sonreía entre sueños.

No Soy Tom, Soy Jake || Jake Sully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora