Odiaba a mis amigos por hablarle de mi a ella, pero no podía culparlos porque entendía sus ganas de que volviera a bailar. Supongo el efecto del alcohol había hecho que esas ganas se expusieran y por tanto, que se lo dijeran a ella, lo que ellos no sabían es que yo ya había hablado con ella antes.
— Así que tú eres la famosa cantante de la que mis amigos me hablaban.
— Y tú mi próxima bailarina, es bueno saberlo.
— Hace mucho tiempo que no bailo y no creo que lo vuelva a hacer.
— ¿Por qué?
— Es una larga historia.
— Puedes contármela si quieres, tengo tiempo.
—La verdad es que no me siento preparada.
—No te preocupes entonces. Lo único que te digo es que una persona que nace para algo, por mucho tiempo que pase sin hacerlo, nunca pierde su arte. Es cierto que no te he visto bailar, pero sí me gustaría que mínimo te planteases la opción de volver a hacerlo.
— Pero yo ya he perdido mucho entrenamiento, hay bailarinas mucho mejor preparadas que yo así que dudo mucho que sea tu bailarina.
—Me gustaría que vinieras a mi estudio de baile. No te estoy diciendo que vayas a bailar solo que vengas. August, ¿podrías pasarle la dirección?
—Claro, ahora mismo. ¿Me podría facilitar su número, señorita?
Dudé un poco antes de hacerlo, todo esto estaba ocurriendo de manera muy rápida y no era capaz de asimilarlo.
Al rato siguiente me llegó un mensaje con una dirección, supuse que era la de su estudio.
— ¿Tienes la dirección ya?— preguntó Thais.
—Sí, aquí la tengo.
—Ya le diré a August que te concrete la fecha, tu mientras piénsatelo ¿vale?
—Está bien, pero no te prometo nada.
—Bueno, yo me voy ya, si necesitas alguna cosa no dudes en decirlo.
—Muchas gracias.
Se alejó con su guardaespaldas y todos mis amigos me miraron con una sonrisa de oreja a oreja.
— No me puedo creer lo que acabo de ver.— dijo Paul.
—Ni yo.— continuó Hunter.— Es increíble como Thais ha conseguido lo que nosotros llevamos intentando conseguir desde hace meses.
—No os motivéis tanto que aun no le he dicho nada.
—Pero al menos le has dicho que te lo vas a pensar, nosotros no conseguimos ni eso.—respondió Hunter.
—No sé ni porque lo he hecho, supongo que todo estaba pasando muy rápido y no me dió tiempo a reaccionar.
—No tienes porque hacerlo si no quieres, lo sabes ¿no?—Habló por primera vez Mike.
—Lo sé, muchas gracias. La verdad es que ahora mismo lo único que me apetece es irme a mi casa.
—Yo te llevo.—dijo Mike — Chicos ¿Os venís?
—Sí, vamos.
Nos fuimos todos en el coche de Mike y yo no podía evitar pensar en lo que me había dicho esa chica. ¿Por qué se preocupaba tanto por mí si nos acabábamos de conocer? De todas formas estaba demasiado cansada como para darle vueltas al tema ahora mismo.
Hunter y Paul se quedaron dormidos en cuanto se sentaron y yo me puse a mirar por la ventana en silencio hasta que Mike me habló.
—Fui yo el que supo que ella vendría.
—¿Fuiste tú? Pero si fueron Paul y Hunter los que me lo contaron.
— Porque en el camino se lo conté y no fueron capaces de contener su emoción.
—¿Y cómo lo averiguaste?
— Es una larga historia, pero digamos que su guardaespaldas no es un completo desconocido para mí.
— No parecía que te conociera cuando lo vimos.
— Es un chico algo reservado, pero es bueno y muy educado.
—¿Es amigo tuyo?
Noté como sus mejillas tomaban un color rosado enseguida y empezaba a ponerse nervioso.
—Más o menos, sí.
—Así que te gusta... Ya veo. ¿Os habéis besado?¿Sois novios?
—No he dicho que me guste y las otras dos preguntas evidentemente no te las voy a contestar.
—¿Por qué?
—Ya te he dicho que es una persona a la que no le gusta hablar de sus cosas, y como eso que preguntas también lo incumbe a él no te lo voy a responder, al menos no hasta que esté seguro de que a él no le molesta.
—Vale, pero solo respóndeme una cosa, para ti no es alguien cualquiera ¿verdad?
—No. Ojalá poder contarte más, pero de momento no puedo hacerlo.
—No te preocupes por eso, tú cuídate mucho ¿vale?
—Lo haré.
No sabía de que se conocían Mike y ese chico, pero parecía quererlo mucho y se notaba que se preocupaba por la privacidad del otro, así que decidí no preguntar más por el tema. Si alguna vez hablaba de eso quería que fuera por él mismo y no porque yo le haya agobiado con preguntas.
Llegamos a mi casa y Mike paró el coche para que yo me pudiera bajar, Hunter y Paul seguían dormidos en los asientos de atrás.
—Te va a tocar despertarlos.— Le dije.
—Podré con ello, no te preocupes.—Respondió.
Hunter y Paul tenían siempre el sueño muy profundo y no les costaba nada dormirse en cualquier lado, yo sin embargo siempre tenía problemas para dormir y admiraba la facilidad que ellos tenían para hacerlo.
Antes de bajarme del coche vi como Mike estaba un poco serio, supuse que sería por lo del guardaespaldas de Thais.
—Intenta no comerte mucho la cabeza por eso de antes ¿vale? Cualquier cosa ya sabes que puedes llamarme.
—No te preocupes por mí, estaré bien, tú procura descansar.
Aunque no creía en sus palabras decidí dejarlo tranquilo, sabía que Mike tampoco era una persona que hablase mucho de sus sentimientos, y aunque me encantaría poder ayudarle, tampoco tenía la intención de presionarlo con el tema.
Le di un abrazo y me bajé del coche para dirigirme a mi casa. Vi como se marcharon con el coche y cuando estuvieron fuera del alcance de mi vista me metí en mi casa.
Supuse que mis padres ya estarían durmiendo, entonces procuré no hacer ruido para no despertarlos.
Entré a mi habitación y me puse el pijama. Lo cierto era que estaba cansada pero tampoco tenía muchas ganas de dormir así que me puse a mirar un poco las redes sociales.
Decidí buscar a Thais, se supone que era conocida así que no creo que tuviese problemas en encontrarla.
No tardé mucho en ello y me puse a mirar su perfil, tenía fotos suyas con amigos, en sus conciertos y también encontré algunas covers. Me puse a escucharlas todas hasta que me di cuenta que le había dado like a una sin querer.
—Mierda.
Empecé a preocuparme cuando caí en que tenía un montón de seguidores y era casi imposible que viera que le había dado like. Eso me tranquilizó un poco.
Después de ese incidente decidí dejar el móvil y tratar de dormir, aunque si antes no me apetecía, ahora menos aún.
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La melodía de tus latidos
Novela JuvenilSe conocieron en el pasado, amigas de la infancia hasta que se tuvieron que separar. Katie con sueños rotos hasta que vuelve a encontrarse con ella. Thais, segura de si misma aparentemente, pero con muchas inseguridades en su interior. Se vuelven a...