Rivales (Katelena)

"¿Tu cómo sabes"

Habían transcurrido dos semanas desde que empezaron las clases, en los trabajos estaba en su mayoría con Natasha o MJ. Los días en la escuela eran muy normales, ellas como siempre habían soñado terminaron siendo las más respetadas. Claro, si tus amigos eran Vision, Steve y James, por supuesto que nadie se atrevería a molestarte.

Lo único era esa chica, Kate Bishop, de quien sorprendentemente Yelena aun recordaba el nombre completo. Ella veía como algunos chicos de quinto la fastidiaban, le daba igual, pero aun no comprendía cómo la pelinegra soportaba tantas burlas. Nunca la veía comer en la cafetería durante los almuerzos. Ella y sus compinches, Brunilda y MJ, fastidiaban de vez en cuando al dúo de la rarita. Solo cuando estaban extremadamente aburridas, algo así, sólo que Yelena estaba aburrida casi todo el tiempo.

-¿Que piensas?-preguntó Natasha junto a ella, estaban en la cafetería sentadas en la mesa de la esquina con sus amigos.

Yelena revolvía sus granos con mirada perdida, estaba pensando en su vida, específicamente en su maravilloso padre.

-Nada, sólo que ya van casi tres meses que no hablábamos-no hizo falta que dijera a quien se refería, Natasha entendía.

-Descuida, volverán a hacerlo, el te quiere-acarició su espalda, consolándola.

-Dudo eso-se lamentó.

-¿La rara ahora tiene nueva amiga?-escuchó decir a Steve, el estaba jugando a darse golpecitos con Vision.

Muy maduros de su parte. Todos vieron atentamente, Yelena abrió los ojos al ver a la chica gótica y a la oxigenada llegar acompañadas de Kate. Estaban hablándole muy amables y por primera vez la rusa veía a Kate sonreír un poco. Parecía muy cómoda con ese par de inadaptadas.

-¿Cómo se llamaba esa niñita?-preguntó Vision viendo un poco desinteresado a la castaña.

-Wanda Maximoff-respondió Natasha y todos voltearon a verla, ella se encogió de hombros -. ¿No querían saber?

-¿Quién?-preguntaron todos, Yelena no recordaba muy bien a ninguna Wanda Maximoff.

Natasha rodó los ojos, claramente irritada de que nadie estuviera enterado de nada.

-La fenómeno, la de ojos verdes-volvió su atención a su comida, los demás dejaron de mirarla menos Yelena.

¿Cómo recordaba su nombre? Puede que Natasha fuera mejor con los nombres que ella, ¿Verdad?

-Yo me refería a la otra, a la más alta-apuntó Vision.

-Kate-esta vez todos miraron inquisitivamente a Yelena, ella se revolvió incomoda por lá atención extra que le daban.

-¿Tu cómo sabes?-Natasha parecía estar mirandola con sospecho, ella sabía que su mejor amiga era un asco con los nombres.

-Ehh...-Vamos, Belova, piensa. Utiliza tu hermosa cabecita. Se dijo -. Estamos en varias clases juntas.

Para todos fue una explicación suficiente y volvieron a sus asuntos, Natasha asintió un poco dudosa pero otra vez retomó su conversación con Brunilda. Después de varias clases, en el pasillo, Yelena iba caminando con Brunilda y Natasha a sus lados, cuando volvió a verla. Era la rarita de ojos verdes con Kate, otra vez, estaban frente al casillero que parecía de la pelinegra mientras hablaban. Kate parecía estar riendo por algo que le decía la ojiverde, su sonrisa era dulce y Yelena sacudió la cabeza apartando esos pensamientos. Por alguna razón la presencia de Kate Bishop le irritaba un montón, quería ir y dejárselo en claro.

-Ehh, Brunilda, raritas a las doce-dijo la rusa señalando con la barbilla a Kate y a la ojiverde.

Brunilda siguió su dirección y las encontró, rió un poco mientras las dos se adelantaban. Natasha iba tras ellas observando curiosa la escena.-Buenas, rarita número uno ¿Dónde está tu compinche?-Yelena se apoyó del casillero, muy cerca de ellas.