Fue un parpadeo rápido, el sonido incesante de los autos me daba a conocer que estaba cerca de una carretera .

Suspiré fuertemente, me levanté de entre la basura y sacudí mi cuerpo.

—esos malditos— observé los golpes y las raspaduras en el cuerpo, me habían dado una paliza.

— bueno ya que—estire mis extremidades—ahora que los recuerdos volvieron les devolvería más de lo que ellos podrían soportar.

Con una sonrisa de oreja a oreja tome distancia del putrefacto callejón, el sol deslumbrante  sego mi mirada.

Era perfecto.

La ironía en mi pensar por aquello que yo llamaba la maldición del pordiosero.

—y la tercera vida,también soy un mendigo?—

Camine bajo el sol abrasador de la ciudad, las gotas de sudor se deslizaban por mi cuerpo.

La incertidumbre de la reencarnación se volvía más amplia, más interesante, más perfecta. En la segunda  vida pero  la primera reencarnación desperté a los veintiséis años, en la tercera vida recuperé la conciencia a los dieciséis y esta es la cuarta vez.

Cada vez más joven.

— 10 años, es una maldita edad—

La monotonía de mi caminar se detuvo  frente a una gran reja negra entonces deje de lado mis pensamientos y observe.

Un gran patio, areas verdes, una hermosa fuente blanca que  distraía la mirada...

— eso es de Marfil...

A lo lejos se distinguía un gran jardín de rosas con una jaula en el centro arreglada  cuidadosamente para tomar el te .
Tres hermosas mujeres vestida en alta costura alrededor de la mesita.

— esas son... Madre, Hermana mayor y Hermana Menor, que es esto...

Mi sonrisa se tensó en mi cara de forma brusca.

— No sé sus nombres—

Ardió en mi una intensa sed de sangre.

— joven amo— susurraron a mi oído— espero que  no olvide que su entrada es por otro lado—

Un suspiro escapó de mis labios— es una mierda— vociferé mientras daba media vuelta para observar al mayordomo.

En fin ya entendía un poco lo que pasaba con esta vida.

El hijo nacio de una amante y un acaudalado señor,  que es tratado como un sirviente, al cual de forma burlesca llaman "joven amo"

Mis recuerdos mezclados de esta vida y la otra eran complicados de ordenar.

Se podría decir que este mundo está dominado por la tecnología la cual desconozco y el dinero.
La magia al parecer fue olvidada hace mucho, cosa que es lamentable ya que ella y yo somos muy compatibles.

— sígame joven amo— el mayordomo comenzó su caminar con una postura erguida, imponiendo etiquetas y modales.

"Quiero matarlo"

Solo me tomo segundo pensar mil formas de hacerlo, aún así con el pequeño cuerpo no podía lograr nada...aún.

Camine a paso lento tras el mayordomo, dando media vuelta al lugar se encontraba  una pequeña puerta que al abrirla daba a otra puerta de tono cobrizo y desgastado.

— vamos joven amo— abrió con lentitud.

Entre de forma tranquila y sin el  más mínimo aviso fui lanzado dentro de una tina de agua fría.

Fui desvestido con brusquedad y así mismo me lanzaban agua fría sobre la cabeza.

— maldito niño, siempre tengo que estar para bañarte, te ensucias más que un cerdo en su corral...

Notoriamente aquella mujer tenía algo de odio contra mí.

Después de todo el agua fría no es buena para los niños.

Al terminar aquel frío baño se dispuso a vestirme con ropas menos andrajosas que las anteriores.

Y  nuevamente fui empujado hacia otro lugar, esta vez era el  interior de la mansión.

Deambule por el lugar.

Aquellos sirvientes con los que me cursaba, daban pequeños golpes, sin falta ninguno de ellos  evito agredirme, como si fuera algo tan habitual.

Me detuve frente al despacho de lo que yo  llamaba padre, ese lugar emanaba un fuerte aroma a sangre y pecados.

Comencé a temblar de emoción, debía hacerlo, no podía evitar pensar en ello.

"Quiero matarlos...a todos"

Por  primera vez  estaba en un lugar tan putrefacto dónde el aroma a la sangre emanaba de todas partes  y de todos ellos.

"! Ah está excitación, está emoción¡, Lo deseo, lo deseó con fuerzas, todo esté dinero será mío ¡"

— por primera vez el poder está tan cerca de mis manos...

El esfuerzo y  los años que me tomaba logra mis ideales se habían resuelto en abrir y cerrar de ojos , porque ahora me habían servido todo lo necesario a mi alcance.

El mundo será mío otra vez...

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