only you ; wen junhui

let

No puedo creer que esto esté pasando, ya verás si te encuentro Ha-Ri.

- Lee Ha-Ri- la llamé apenas la vi en el salón de clases - Estás muerta.

- ¡Espera!- se levantó - Lo siento, de verdad, olvidé que debía pasar por ti.- excusó.

- Si, y por eso casi llego tarde.- fruncí el ceño.

Ha-Ri es mi mejor amiga de toda la vida, mi única amiga para ser sincera.

- Lo siento, no volverá a pasar.- me sonrió, tomando mi mano para hacerme sentar al lado de ella.

Quería seguir reclamándole, porque estaba realmente molesta, hasta que alguien entró por la puerta del aula, llevándose toda mi atención.

Era el chico más lindo que mis ojos hayan visto, del que llevaba años enamorada, Wen JunHui, quien me tenía bajo sus encantos sin siquiera intentarlo.

No me había dado cuenta de que mi mirada estaba fija en él dese hace minutos, hasta que Ha-Ri me golpeó.

- ¿Qué te pasa?- me quejé.

- Deja de comértelo con la mirada.- se rio - Se dará cuenta de que sueñas con él y de que planeaste su futuro juntos.- me abrazó por los hombros, fingiendo llorar de alegría.

Quité su brazo y la empujé un poco para que se callara.

- Cállate, nunca hice eso.- le dije molesta.

- Hablas dormida, HyeJin.- contestó.

- ¿Podemos no hablar de eso?- intenté cambiar de tema, al ver como uno de los amigos de Jun nos veía fijamente desde su mesa, pues no hablábamos muy despacio.

- ¿Por qué?- hice una seña para que observara la razón y dejara de molestarme.

- SoonYoung nos está viendo.- susurré.

Ha-Ri en general, no es la persona más discreta del mundo, así que volteó como si nada, comprobando lo que le había dicho.

- Tienes razón, hablemos de otra cosa.- sonrió.

Sabía que a Ha-Ri le atraía SoonYoung, pero ella se hacía del rogar cuando el chico la invitaba a salir.

Ya quisiera yo que Jun se fijara en mí, aunque sea solo como una compañera.

Éramos prácticamente polos opuestos, él tenía cientos de amigos, era bastante social y muy inteligente.

Mientras que yo no, tenía una sola amiga, soy bastante introvertida y soy académicamente igual al promedio, ni muy buena, ni muy mala.

Varias veces me había tocado hablar con él, por trabajos o porque simplemente él era muy amable y saludaba a todo el mundo.

Fue así como terminé sintiendo algo por él, su amabilidad al tratar con cualquier persona, su madurez y el compromiso que tenía en todo lo que hace, aunque también tenía un lado muy torpe, distraído y carismático en todo sentido.

Desearía que mis sentimientos sean correspondidos, que él sintiera algo por mí, pero sé que es imposible, por eso prefiero admirarlo en silencio.

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