Between Freedom And Slavery

Corazón demente

—Sí él es tan perfecto... ¡¿Por qué diablos me sigues persiguiendo y coqueteando?!

—¡No puedes estar enamorada de dos hombres al mismo tiempo!

—Yo no te amo.

—Yo sí, yo puedo... ustedes dos son como mi hombre perfecto separados a la mitad, ustedes se complementan muy bien en mi corazón. —dijo Cecilia abatida a su primer dueño de la mitad de su corazón mientras resaltaba mucho más su unión con un marcador en donde estaban escritos sus iniciales.

Hasta que su otra mitad más brillante, grande y fuerte habló también.

—¡Te trato por lo que eres, una criminal! ¡Eres una hipócrita que solo busca lo que quiere pisoteando a otros!¡No entiendo como Flug podría fijarse en ti!

—No te importa el bien mayor en verdad ¿Por qué tú deberías importarme?

De inmediato volvió a marcar las iniciales más grandes que ocupaban más espacio el corazón de la pared, comenzó acumular lágrimas otra vez comsiguiendo estropear su visión, tuvo que sobarse toscamente con el dorso de su mano.

— Tú me importas, tú me importas, tú me importas, tú me importas...

—¡¡Solo ámame!!

Las lágrimas eran demandantes y querían seguir parando todo lo que ella quería hacer, los espasmos musculares le producieron un fuego doloroso y punzante en su pecho y las arcadas roncas que le dificultaba su respiración entre sus sollozos, su mente endemoniada quería volver a manipularla en el momento en que comenzó a temblar y se posicionó de rodillas al suelo.

Changeron los colores de la pared con capas amarillas, rojas, azules distorsionando sus mensajes, haciéndole creer que se encontraron estropeados y todo su esfuerzo fue en vano.

Se tapó los ojos, no paraban las luces molestas, giraban lentamente, otras aparecieron de la nada en forma de puntos, de rayas, formas humanoides que nunca se imaginó antes.

Siempre que las alucinaciones eran tan drásticas y llegaban a un punto de que Cecilia tenía mucho miedo, quería dormir con desesperación y/o esperar que todo pasara tapando sus oídos y ojos repitiéndose de que no era real, otras veces su propio cuerpo tenía compasión y lograba noquearla.

Esta vez ya no era así de sencillo, su visión se tornó medianamente oscura y se estaba mareando creyendo que se derrumbaría al desmayo como otras veces, pero le nubló una inesperada luz rosa muy clara casi blanco cegando sus ojos, ahí es cuando comenzó a convulsionar y su poder de evaporar líquidos se volvió en su contra.

Después de un minuto pareciera cobrar el conocimiento, pero su cognición era deficiente y apenas podía hablar porque lo hacía absurdamente y su mente en su mayoría quedaba en su propio mundo, y ese mundo era desorientado en casi todo sentido, un buen rato se quedó en ese limbo entre estar y la nada.

Ese ataque le dio sueño dentro de sus tantos insomnios de día a día.

Se colocó en posición fetal apoyándose en el suelo y se quedó mirando el centro del corazón que se encontró con una gran vació por no escribir nada ahí, fijo en ese vacío central que le recordaba que no tenía nada ni a nadie, era el único pensamiento cuerdo que tenía y señalaba su existir, sin embargo estaba destruyendo lo demás porque era el núcleo de su todo.

Finalmente su cabeza dejó de estar despierta para torturarla.

Cecilia Amanda Kelly siempre tuvo trastornos escritos en su expediente de PEACE antes de ir a una cárcel especial para los de su condición, estos trastornos no tenían nada que ver con su percepción visual y auditiva hasta ahora, solo se metía en la psicología de su personalidad , pero se benefician a la organización en gran parte.