Capítulo 10

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Holas! Lo sé, lo sé, ya era hora de que publicara, maldita sea! Pero créanme que hago lo posible...

Les advierto que en este capítulo toco varios temas relacionados con la religión. Si es un tema sensible para ustedes, les recomiendo no leer. No necesariamente reflejo mis opiniones personales, sino la de los personajes, pero la controversia potencial está ahí...

Este capítulo va dedicado a Glory y su pequeña Sophía, que reclaman su dosis de NO CANON.

Muchos abrazos a todas, a ver qué les parece...

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Capítulo 10

Pude cerrar los ojos mas no pude dejar de verte,

Y dejar de dormir mas no dejar de soñar,

Puedo callar las voces más no puedo dejar de oírte,

Puedo dejar de ser pero no puedo dejar de estar.

Bésame, hipnotízame,

Ya no me importa más,

Róbame el alma hechízame.

Hipnotízame / Fobia


BELLA POV

-Gar!

-Quién más podría ser, Isabella? – Susurró directamente en mi oído. Sus manos recorrieron suavemente mis piernas y mi estómago desnudo. Nunca habíamos tenido esa intimidad física, nunca antes Garrett había tomado la iniciativa de manera tan atrevida, y la verdad es que me gustó.

-No lo sé, hay un internado de chicos al lado... - Dije acomodando mi cuerpo al suyo y cubriendo sus manos traviesas con las mías.

-Mía Isabella, que no se te olvide que tú eres MI MUJER – Gruñó amenazante.

-Mmmmmh – Fue todo lo que pude decir. Me había prometido no decirle nada que no fuera absolutamente cierto, y aún me preguntaba... De verdad era suya? Me sentía suya, pero mientras no estuviera completamente segura no lo diría... Y no podría estar segura hasta salir de la burbuja en la que me tenían encerrada y hubiera hablado con Edward y los demás.

-Me extrañaste? – Preguntó presionándose aún más contra mi cuerpo, con una actitud hambrienta, desesperada, nada característica de él.

-Por qué te extrañaría? – Pregunté fingiendo indiferencia, pero sin dejar de arquear la espalda acercando mi trasero a su cuerpo – Fuiste tú el que me abandonó, no al revés.

-No hables así, no digas eso – Dijo girándome para quedar sobre mí, inmovilizándome – Me destroza cada minuto que no estás conmigo, estamos hechos para estar juntos... El plan era extender la búsqueda de Victoria al menos una semana, pero no pude alejarme de ti... No sabes cuánto me duele estar lejos, Isabella...

-Yo también te extrañé – Dije con un hilo de voz. Él me miró intensamente por un momento y luego me besó con toda la pasión que pude manejar.

-Dímelo de nuevo – Dijo entre besos.

-Te extrañé – Susurré.

-Otra vez – Demandó.

-Te extrañé – Jadeé.

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