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Incluso los grillos no se movieron. El hueco de la escalera giraba alrededor y alrededor y alrededor, yendo más y más profundo en la tierra, la música crecía sostenidamente más fuerte. Era tan triste que BaekHyun sintió como si su corazón se fuese a romper en dos. Finalmente llegó a una cámara y no pudo ir más allá.


Él se encontró en una gran habitación redonda hecha de paredes y pisos de piedra pulida. Había símbolos grabados por todas las paredes y cinco columnas establecidas en un espaciado uniforme. Por encima de su cabeza había un oscuro, techo abovedado. Todo en torno a la moldura eran velas blancas, tantas que apenas podía contar, llenando la habitación con un cálido resplandor.


Quizás debería haber estado atemorizado, pero parecía más un sueño que nunca. Sus sentidos se sintieron confusos. Él se movió lentamente como hipnotizado. Había una plataforma de algún tipo en el medio de la habitación, también rodeada por velas. Alrededor de los bordes había más símbolos. Era una especie de extraña escritura antigua, pero lo único que reconoció fue la estrella de cinco puntas dentro del círculo. Sabía que era llamado pentagrama. Lo sabía porque su abuela había puesto uno alrededor de su cuello, para su protección. Ella dijo:

—Siempre debes mantener la estrella recta, el punto más alto hacia el cielo, porque el pentagrama es un símbolo poderoso del Espíritu que preside los cuatro elementos de la materia. Sólo cuando se ha invertido, con la proyección de dos puntos hacia arriba, es un símbolo del mal, revocando el orden correcto de las cosas.


Sus sabias palabras resonaron en los oídos de BaekHyun mientras él miraba los pentagramas adornando los bordes de lo que él reconocía ahora como un altar. Todos y cada uno estaba invertido, volteado al revés. BaekHyun notó todas estas cosas en un destello porque sus ojos fueron inmediatamente atraídos por el hombre que se movía desde las sombras; excepto que no había sombras. Él se había materializado desde el aire. O quizás había estado allí todo el tiempo... El joven rubio se quedó boquiabierto. El hombre era enorme, más de seis pies de altura, con amplios hombros como un gran guerrero. Estaba vestido con túnicas negras y grueso cabello negro sobre una noble ceja. Él tenía fuertes rasgos y una mandíbula masculina. Sus ojos brillaban como las brasas de un fuego. Él era el hombre más guapo que BaekHyun había visto jamás.


Él miró hacia él en reverencia, su voz suave con asombro.

—¿Eres mágico?

El hombre rió entre dientes, pero no respondió. BaekHyun de inmediato se sintió tonto y se sonrojó, agarrando los lirios en sus pequeñas manos.

—Lo siento. No quería inmiscuirme, he escuchado la música y yo... —Siempre has amado la música.

BaekHyun parpadeó sorprendido. Él amaba la música. Siempre lo hizo. ¿Cómo lo sabía el hombre?

—¿Nos hemos conocido antes?

El hombre dio dos pasos hacia él y BaekHyun tomó un apresurado paso hacia atrás, retorciendo los tallos de los lirios en sus dedos. Los pétalos comenzaron a caer y empezó a temblar. La música se había detenido. Su cabeza estaba empezando a despejarse y el miedo estaba comenzando a hundirse. Como si sintiera su creciente temor, el hombre habló despacio, dulcemente.


—Nos hemos conocido antes. Hace mucho, mucho tiempo.

—No te recuerdo.

—Sé que no lo haces.

Había tristeza en los ojos del hombre, tan profunda que BaekHyun casi quería correr hacia él y consolarlo. Pero luego sonrió nuevamente y BaekHyun sintió su corazón aletear extrañamente en su pecho. El moreno hombre asintió hacia las flores.


—Esos son hermosos Lilium.

BaekHyun bajó la mirada hacia el manojo de flores que estaba sosteniendo.

—Gracias; las he arrancado del jardín.

—Solías amar las rosas rojas. Ellas eran tus favoritas.

BaekHyun asintió con la cabeza.

—Lo son, pero estos no son para mí. Son para mi abuela.

—Oh, ya veo. ¿Ibas a verla? 


—Sí, en cierto modo. Yo iba al cementerio, que es donde ella está ahora. Ella murió. —Sus hombros se desplomaron. Le dolía decir eso, incluso después de todo este tiempo. Estaba tan cansado de estar solo.


—Debes de haberla amado mucho, para traerle esas flores tan hermosas en esta noche oscura.


El misterioso hombre se había acercado más ahora, su rostro guapo y simpático. Esta vez BaekHyun no retrocedió. Él sólo asintió tristemente. El hombre inclinó su barbilla y obligó a sus ojos a reunirse.

—He perdido a alguien a quien amaba una vez también. Le habría traído rosas rojas si pudiera.

—¿Por qué no? —BaekHyun preguntó con curiosidad.

Él no respondió, sólo se inclinó, su rostro acercándose al de BaekHyun y capturó sus labios rosados con su boca. Las largas pestañas del muchacho se cerraron en sorpresa. El beso fue tan dulce y suave, que nunca quiso que terminara.


Finalmente, el hombre se apartó con una suave sonrisa. BaekHyun notó un destello de color desde abajo y miró hacia abajo. Él jadeó de asombro; los lirios se habían convertido en rosas, grandes flores en plena floración. Eran rojas como la sangre y dulcemente perfumadas. Sus brazos estaban llenas de ellas. Eran las rosas más bellas que jamás había visto.


El hombre tomó una y la ocultó detrás del oído de BaekHyun. No tenía espinas. Acarició su mejilla con una gran mano áspera.


—Te dije que te encontraría de nuevo, bajo la luz de la luna de sangre, mi querido muchacho.


Sus ojos estaban llenos de un intenso calor y deseo y de repente BaekHyun sentía miedo. Algo sobre esto se sentía mal. El hombre obviamente le había confundido con otra persona. Comenzó a alejarse hacia los escalones.


—Lo siento, pero no te conozco yo- yo creo que debería irme ahora.


Pasó una sombra oscura en el rostro apuesto del hombre y las velas parpadearon. De pronto el corazón de BaekHyun estaba lleno de temor. El hipnótico hechizo que le había llevado a la cripta fue abruptamente roto y BaekHyun volvió a sus sentidos. Y sus sentidos le gritaban ¡corre!


Tiró las rosas, flores rojas estallaron en el piso, y subió las escaleras tan rápido como pudo, sólo para encontrar que la apertura había desaparecido. Era como si nunca hubiera existido. Sus pequeñas manos presionaron contra la pared de piedra lisa con incredulidad. No había puerta. No había forma de salir. Él estaba atrapado.


BaekHyun se presionó en la esquina, jadeando. Las velas parpadearon de nuevo y él podía ver algo que serpenteaba subiendo las escaleras; largos zarcillos, seguidos de amplias hojas y flores rojas. ¡Las rosas venían tras él! Sus guías se extendían hacia él como manos. Gritó aterrorizado cuando se enroscaron alrededor de sus brazos y piernas, elevándolo y llevando su cuerpo luchando a la cámara de abajo. 

LUNA DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora