Ryujin es una chica ocupada, con sus estudios y con un trabajo de medio tiempo, cuando decidió dejar a sus papás por los malos tratos que le daban y que a sus hermanos los tratasen como reyes, busco un empleo en la veterinaria de su amiga Lia, que tiene una fascinación por cualquier animal y más por los gatos, es por eso que ella la llama "LiaCat".
En fin, Ryujin no odia a los animales, simplemente no sabe cómo cuidar de uno, es por eso que Lia le dio un trabajo fácil: limpiar el lugar. No era la gran cosa, pero su amiga le pagaba muy bien ya que era un lugar con muy buenos tratos para los animales. A veces ella deseaba ser uno de ellos para recibir ese tipo de tratos y mimos especiales que sus padres jamás le dieron, pero ahora no importaba. Lo importante es que ella ahora tiene un lugar donde vivir tranquila y en paz sin nadie quela moleste... Hasta ahora.
―Lia, aún no sé cómo agradecerte por tanto. ― Ryujin tomó la mano de la más baja en forma de agradecimiento mientras bebía un café en su apartamento.
―No es para tanto Shin.―Dijo la más baja tomando de su té, ella no es tan fanática del café como su amiga. ―Oye, necesito pedirte un favor. ―Dejo su taza en la pequeña mesa y tomó un tono serio. Su amiga asintió y la miro confundida.
―Dime, no hagas pausas.―Dijo algo desesperada.
―Necesito que cuides a un animal... Más bien a una gatita. ―La miro con una sonrisa inocente. La chica de cabello corto abrió los ojos muy sorprendida y negó varias veces con la cabeza.
—No, sabes que soy mala cuidando animales. — Negó de nuevo, su amiga bajo la mirada en forma de decepción y a punto de llorar. Soltó un gran suspiro. —Está bien, cuidare a tu gatita. — Dicho esto la más baja abrazo muy fuerte a su amiga.
—La traeré ahora mismo, ya vuelvo. — Dijo emocionada y salió de la casa de su amiga para ir a la veterinaria.
Ryujin solo se preguntaba por qué era su amiga, siempre hacía lo mismo, fingir que lloraría y al final ella aceptaba hacer lo que la más baja le decía. Ahora esto era diferente, tiene que cuidar a una gatita, claro, lo que ella pensaba es que sería una gatita bebé, tal vez y no tendría mucho problema con eso, después de veinte minutos su amiga regresó.
—Ya volví. — Dijo una vez que Ryujin le abrió la puerta.
— ¿Dónde está la gatita?—Pregunto al no ver a ninguna minina en sus brazos.
—Espera, es penosa, sigue en el auto. — La miro riendo un poco nerviosa. —Entra y ya vuelvo. — Se dio la vuelta para dirigirse a su auto. Ryujin le hizo caso y volvió a entrar a su casa para seguir disfrutando de su café y un buen programa de televisión.
—¿Dónde está?— Volvió a preguntar.
—Aquí, ella es Yeji. — La más baja jaló a una chica gato que parecía tímida con la cabeza baja. Ryujin se sorprendió al ver eso.
—Espera, tú dijiste que cuidaría a una gatita, no a una chica gato. — Se levantó de su asiento yendo con Lia.
—Lo siento, pero ¿sabes lo difícil que es encontrar a alguien que quiera cuidar a una chica gato? Todas las personas prefieren a los chicos gatos. — Su mirada ahora era un poco triste.
Aunque era verdad, todas las personas que iban a adoptar, adoptaban a un gato normal o a un híbrido, no muchos adoptaban a las chicas gato, en primera, porque no había muchas de su clase y en segunda porque había más cantidad de chicos gato y a todos les parecían adorables.
—Pero Lia, no sé cómo cuidar de un animal, mucho menos de mí ¿y crees que puedo cuidar a una chica gato? — Dijo con un poco de enfado, pero no se alteró demasiado.

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Dulce Yeji (Ryeji)
Short StoryShin Ryujin no es muy amante de los gatos, los encuentra adorables, pero no sabe como tratar a uno y no se imagina teniendo a un gato o más bien a una gatita de mascota. Pero el destino, es decir su amiga Lia, hará que aprenda a ser más amante de lo...