Dulce Yeji (Ryeji)

Epílogo

-¿Cómo le pondremos a la gatita? ¿Ya tiene nombre? Si es así, ¿Cómo se llama?- Yeji hacía demasiadas preguntas cargando a la gatita en brazos.

-No, no tiene nombre. La encontré hoy en la calle sola y me recordó a ti.

-¡Qué linda!- Chilló abrazando a la baja.- ¿Cómo le ponemos, Ryu?- Le preguntó y antes de que respondiera Yeji la interrumpió.- ¡Ya sé! Pongámosle Chaeryeong. Es linda igual que ella.- Mencionó alegre.

-Gracias, Yeji.- Colocó su mano en su pecho sintiéndose agradecida.

-No, es muy feo ese nombre.- Ofendió a Chaeryeong.- Pongámosle uno más lindo.- Se burlaba y esta la golpeó en el hombro.

-¡Nieve!-Grito Yeji.

-¿Está nevando?- Preguntó Chaeryeong y todos se burlaron de ella.

-No, que la llamemos Nieve, es una gatita linda, blanca y muy suave.- Abrazó delicadamente a la gatita que daba ronroneos y Yeji no pudo evitar hacerlo con ella.

-¿Sabes que esto sigue siendo raro para mí?- Ryujin se sintió algo avergonzada. Yeji la golpeó en el hombro.

Todos disfrutan golpearla en ese lugar.

Pasaron todo el tiempo pensando en nombres para la gatita, pero Yeji no se rendía con el nombre que ella propuso, al fin de cuentas, la gatita es de ella y de Ryujin, pero más de ella.

Cuando todo terminó, se fueron dejando la casa sola, bueno, a excepción de Lia que se quedó unos momentos más platicando con Yeji.

-Bien, me tengo que ir.- Tomó su bolso y se levantó del sofá.- Y me llevaré esto.-Tomó a la gatita en brazos.

-¿Qué?¿Por qué? Tú me la regalaste, no te la puedes llevar ¡Estás loca!- Gritaba desesperada.

-Ryujin te tiene una sorpresa y no es algo que deba ver o escuchar una pequeña gatita, quedaría traumatizada.- Hablaba con cierta tranquilidad como siempre. Yeji miró a Ryujin confundida y esta lo hizo también.

-¿Sorpresa?¡Dímela! La quiero ahora.- Sacudía a Ryujin, pero ella estaba completamente confundida.

-No tengo idea de qué habla.- Dijo confundida.

-Ryujin, no seas inocente, solo háganlo.- Decía con calma.- Ya sabes a qué me refiero. Adiós.- Dijo esto y se fue de allí.

-¿Cuáles mi sorpresa, Ryu?- Preguntó después de que se sentara en el sofá.- ¡Dímela!-Insistía, pero no obtenía respuestas de Ryujin.

-No tengo ninguna sorpresa.- Respondió incómoda por el acercamiento que tenía Yeji. Sí, se confesaron su amor la una a la otra, o algo así, pero Ryujin aún se sentía incómoda a su lado.

-Bien.-Se molestó haciendo un puchero.- Iré a ponerme mi pijama.- Dijo y se fue de allí. Al cabo de 5 minutos, Yeji regresó pero solo con una blusa de tirantes y un short demasiado corto.- ¡Ryujin! No encuentro mi pantalón de patitos.-Lloriqueaba.

-Búscalo bien.- Dijo sin mirarla leyendo una revista.

-Pero, ¡Ryu!- Se sentó a su lado.- ¡No lo encuentro!- Seguía lloriqueando. Ryujin suspiró y la miró.

-Ye-Yeji.-Habló nerviosa.

-¿Qué?-Dijo en un puchero.

-¿Estás jugando conmigo?- Frunció el ceño.

-¿A qué te refieres? No estoy jugando, solo quiero mi - Estaba a punto de lloriquear más, pero sus labios fueron atacados por los de Ryujin, estallando en un dulce beso. Se separaron y Yeji estaba completamente ruborizada.