Todo el camino, Yeji y Felix estuvieron en silencio mientras que el amo y la dueña temporal platicaban sobre muchas cosas, Hyunjin intentaba convencerla de que adoptar a una chica gato es muy bueno, son un poco más ordenadas, o eso creía él.
― ¿Quieren pasar? ―Dijo Ryujin una vez que llegaron a casa de esta.
― ¿Quieres, Felix? ―Preguntó su amo mirándolo con una gran sonrisa algo convencedora, él miró a Yeji que de igual manera le sonreía y al final terminó aceptando.
Bajaron del auto y caminaron a casa de Ryujin, Hyunjin sostenía la mano de Felix, por alguna razón, desde que Hyunjin lo adoptó, se sentía seguro con él, y le gustaba que siempre que salían le tomara la mano.
Cuando entraron a la casa de Ruyjin, los dos humanos aún seguían con su plática sobre que era bueno adoptar a Yeji, Ryujin cada vez se irritaba más, noes que la odiaba o que le fastidiaba estar con ella, no, le encantaba su presencia en casa, es solo que no estaba segura de adoptarla y no quería que Yeji sintiera que es una carga ya que todos los gastos de la chica gato eran muy elevados y no es que Ryujin no tuviera el dinero, lo tenía, gracias a Lia, la responsable de todo esto.
Mientras tanto, los dos felinos platicaban en la habitación de Ryujin, mientras esta le mostraba algunos juguetes que su dueña temporal le había comprado, Felix no tenía una expresión, solo fingía su sonrisa para no hacer sentir mal a la chica gato, pero lo hacía cada vez que fingía las sonrisas. Yejilo conocía bien, no es idiota.
―Felix, ¿te pasa algo? Haz estado fingiendo tus sonrisas ―Fue directa, así lo era siempre.
―No es nada―Bajó su mirada una vez que Yeji se sentó a un lado de él.
Yeji posicionó su mano en su hombro y lo miraba seria tratando de que le dijera lo que de verdad le pasaba.
― ¡No soy idiota! Sé que te pasa algo. ―Gritó, pero no muy fuerte para no alarmar a los dos humanos que estaban en la sala. Felix solo la miró y sus ojos parecían estar cristalinos y él ruborizado.
―Es que... yo... perdí... Perdí tu oso. ―Dijo tapándose la cara con sus manos. Ese no era cualquier oso, era algo que simbolizaba su amistad y cariño por años, era claro que a Yeji le doliera que perdiera el oso que le dio para que nunca la olvidara, pero le dolía más que no se lo dijera desde un principio.
― ¿Por qué no me lo dijiste desde un principio? Felix, no me molesta.―Lo miró y le quito las manos de su rostro que estaba lleno de lágrimas. ―Yo quise que me recordaras.
―Pero era el osito de la amistad. ―Decía limpiándose las lágrimas.
―Oye, eso ahora no importa. ―Sonrió. ―Tu dueño y mi dueña temporal son amigos, podemos vernos todos los días. ―Soltó emocionada haciendo reír a su mejor amigo.
― ¿Tu dueña temporal? ¿Que acaso no te ha adoptado? ―Alzó una ceja cuestionando lo que dijo la chica gato y esta solo bajó la mirada borrando la alegría que tenía hace instantes.
―Bueno, Lia dijo que me adoptaría, pero tal vez no lo quiera hacer.―Miró al chico haciendo un puchero con sus labios.
―Convéncela como yo lo hice con mi dueño. ―Ahora él sonreía recordando cómo Hyunjin lo había adoptado. Yeji lo miraba confusa, quería saber más detalles, quería ser adoptada por Ryujin.
Felix le empezó a platicar como es que su dueño lo adoptó y él lo convenció de una manera un tanto rara para Yeji, normal para Felix. Lo que pasó fue que Felix, la primera vez en el apartamento de Hyunjin se sentía tan cómodo y sin preocupaciones, era como el paraíso, y la verdad, su dueño no es feo, para sus ojos, es la persona más hermosa en el mundo.
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Dulce Yeji (Ryeji)
KurzgeschichtenShin Ryujin no es muy amante de los gatos, los encuentra adorables, pero no sabe como tratar a uno y no se imagina teniendo a un gato o más bien a una gatita de mascota. Pero el destino, es decir su amiga Lia, hará que aprenda a ser más amante de lo...