Capítulo 6

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Dos meses después

Luego de aquella llamada no volví a hablar con Miller, realmente por mi mente pasaron diferentes razones y ninguna de ellas era positiva en torno a mi. Pero me mantuve ocupada planificando todo lo que necesitaba y la mudanza para Londres. Hoy era mi último día en casa y había invitado a mi madre a cenar para darle la noticia de que me iba a Londres por un tiempo indefinido, con la excusa de que hacía meses no cenábamos juntas.

Paso por la universidad para recoger mi horario nuevo de Londres y otros documentos que necesito llevar a la otra universidad. Ya mis maletas están preparadas y las cosas de la mudanza llegaron hace una semana al apartamento que me entregaron en Londres, pensé que iba a ser más difícil sacar mis cosas poco a poco teniendo en cuenta de que mi madre casi siempre está pendiente a lo que hago, pero esta vez ni pio.

Llego a casa, tomo una ducha, me visto, guardo los documentos en la mochila que llevaré en el avión y me dirijo al restaurante donde me espera mi amada madre.

-Llegas 2 minutos tarde- es lo primero que sale de la boca de mi madre una vez tomo asiento frente a ella. Ruedo los ojos y decido ignorarla, realmente nada ni nadie hará que pierda la ilusión y la emoción que tengo.

-Buenas noches para ti también madre, ¿ordenamos? tengo hambre

Le hago una ligera seña al camarero y éste viene enseguida, toma nuestra orden y al cabo de unos cuantos minutos llega nuestro pedido. Nos disponemos a comer en silencio y acabamos toda la comida, estaba deliciosa. El camarero retira los platos y pedimos un postre. Nuevamente comemos en silencio y se repite la acción pasada. Una vez todo retirado de la mesa, tomo mi bolso y saco un paquete y unos documentos doblados, se los extiendo a mi madre y ella los toma dudosa. Comienza por los documentos y veo su cara transformarse de confusión a enojo.

-¿Qué carajos significa esto Ann Julïè Marlow?- mi madre medio grita susurra- No estarás pensando en irte, ¿verdad?

-No lo estoy pensando madre, me voy. Tampoco te estoy pidiendo permiso, te estoy avisando, para que luego no estés de "preocupada" cuando no me veas llegar a la casa.

-¿Pero y quién carajos te dió permiso?- veo la furia en sus ojos, pero hace mucho tiempo eso dejó de asustarme, ahora simplemente quiero que vea la otra sorpresa que le di e irme a casa de Lana para poder pasar la noche con ella y su familia, ya que ella me llevará al aeropuerto mañana en la tarde y se quedará con mi auto en lo que reúno el dinero para llevármelo a Londres

-Yo misma me lo di, te recuerdo que soy mayor de edad, no me había ido de tu casa porque no me lo permitías, pero ya se acabó, soy una adulta responsable, con buenos modales y valores y realmente estar en tu casa me está enfermando. Ahora, por favor, abre el otro paquete. Tengo cosas que hacer luego de esto.

Mi madre está hecha una furia, pero toma el paquete y lo abre. Al sacarlo veo nuevamente su cara de confusión y se queda mirando fijamente lo que tiene en sus manos. En sus manos se encuentra la primera edición de mi libro. La primera copia impresa de mi libro y obviamente autografiado por mi para ella. Mientras ella abre el libro, me paro silenciosamente de mi silla y me voy. Sé que levanta la mirada y me sigue con sus ojos hasta que salgo del restaurante. Espero que lea mi nota hasta el final y que lea mi libro

"Madre, si es que aún te puedo llamar de esa manera. He tomado la decisión de volar, perseguir mis sueños y hacerlos realidad. Me di cuenta tarde de que bajo tus alas jamás lo lograría. Todas esas palabras ofensivas que alguna vez me hirieron, las tomé y las usé de propulsor para ser quien soy hoy en día y tomar las mejores decisiones para mi. Espero que en algún momento te sientas orgullosa de mi, yo lo hago. Parto mañana, no me busques, por favor. No necesito una despedida tuya, puesto que nunca me diste una bienvenida. Si en algún momento regreso, te buscaré, y espero, de todo corazón, que hayas cambiado.

Hasta luego, Ann Julïè Marlow..."

Llego a casa de Lana y saludo a su familia, subimos a su habitación y comenzamos a hablar hasta que nos quedamos dormidas.

11:00 a.m.

Suena mi alarma y con un ojo medio cerrado la apago, me estiro y me levanto a tomar una ducha para así bajar a desayunar y comenzar a prepararme para ir al aeropuerto. Luego de organizar mis cosas, ya es hora de decir adiós hasta nuevo aviso. Con Lana vamos todo el camino cantando y riendo a pulmón tendido. Cuando llegamos al aeropuerto, buscamos un estacionamiento y comienzo a bajar mis maletas con la ayuda de una Lana totalmente diferente a la que venía cantando por el camino, ahora está seria. Nos encaminamos a donde tengo que dejar las maletas y camino silenciosamente al área de la aduana.

En algún momento me detengo y miro a los ojos a Lana, se está aguantando las ganas de llorar y a este paso, si se pone a llorar yo también lo haré. Me dispongo a solamente abrazarla y siento mis mejillas húmedas, caigo en cuenta de que estamos llorando a moco tendido en medio aeropuerto. Agradezco a cielo de que nadie nos mira raro ni nada por el estilo. Una vez que nos separamos me seco las lágrimas un poco avergonzada.

-Ann, promete que no te olvidarás de mi por un sexy británico con cuerpo de Adonis, llamarás por facetime cada vez que puedas y escribirás tu segundo libro.

-No creo que pueda enamorarme de otro chico que no sea el sexy de Miller, aún vive en mi mente de gratis, te llamaré cada vez que pueda y en mi segundo libro aparecerás tu. ¿contenta?

-Satisfecha. Bueno, ha llegado la hora. Ten un buen viaje y recuerda que siempre te apoyaré en tus decisiones y en tus locuras. Espérame que en un año me estarás recogiendo en el aeropuerto de Londres con un lindo novio tuyo y uno para mi.

-Gracias Lana-vuelvo a darle un abrazo y me separo- de seguro te conseguiré un novio.

Nos despedimos y me encamino a la aduana. Luego de pasar el control y esperar 1 hora me estoy subiendo al avión, me toca la ventana y estoy emocionada. Saco mi celular, saco una foto y se la envío a Lana para que ya sepa que estoy en el avión. Saco un libro que Lana me regaló para que me entretuviera en las 12 horas de vuelo que tengo y comienzo a leer. De un momento a otro siento que alguien toma asiento a mi lado, levanto la vista y quedo congelada en mi asiento. Me encuentro con esos ojos grises, dueños de mis sueños y pensamientos, Miller me está mirando fijamente y me sonríe. Le sonrío de vuelta y trato de concentrarme en mi libro una vez más, pero me es imposible. Guardo el libro en mi bolso y sin querer rozo la rodilla de Miller, y a su paso siento un pequeño cosquilleo en mi mano, trato de tomar distancia pero el siguiente movimiento de Miller, ni en mis sueños más profundos me lo imaginaba. Toma mi mano y la entrelaza con la de él, la lleva a sus labios y posa un pequeño beso en ella. Ya a este momento mi respiración es un poco errada y siento mariposas en mi estómago. Nuevamente posa sus ojos en los mío y habla

-Ann Julïè Marlow, que hermosa y fascinante coincidencia

Se los juro, he muerto y estoy en el cielo... que nadie se atreva a despertarme o no me hago responsable de lo que pueda pasar y/o hacer.

Una NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora