Cap 3: Ingenuo corazón

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Ya había comprado el regalito ideal para Daniel, lo deje en un rincón seguro en mi apartamento, dónde nada le pasará y me organice para ir a trabajar. Ser mesera en Vanilla's Rosses no era algo tan sencillo, también debíamos de limpiar las mesas, pero eso no es lo peor, sino también cuando aquellos borrachos vomitaban en ellas, era sumamente asqueroso y muchas no sé atrevían excepto yo, ya que era mi trabajo y si no iba a hacer mi trabajo, no recibiría la misma paga diaria, las cuales me han servido de mucho.

Al terminar de limpiar me senté en el bar y me dispuse a descansar un poco, cuando de repente veo una silueta familiar, se trataba del señor del otro día que quería tener algo conmigo, me asusté y corrí a escabullirme en un closet donde estaban todas las herramientas de limpieza, no pensaba salir hasta que se fuera, cuando recibo un mensaje de Daniel, ¡Que oportuno!:

- Hola, hola, Isabelle ¿Estás ahí?.

- Si aquí estoy ¿Qué pasa?.

- Perdón si te interrumpo en algo... Q-quería preguntarte algo -tartamudea un poco nervioso-.

- Descuida, ¿Qué me vas a preguntar?.

- Con lo que dijiste el último día que nos vimos, de que era bienvenido en tu apartamento, quería saber si mañana podía ir, no tengo nada que hacer y pensé en esa idea, ¿Podría ir?. De que no quieras lo entenderé.

- Pues... No veo porque no, ¿a qué horas irías? -Mi corazón parecía retorcerse-.

- Por la tarde, alrededor de las 2:30. ¿Te parece bien?.

- De acuerdo, entonces nos vemos mañana.

- Vale, cuídate, adiós.

Estaba sudando frío. No sabía cómo recibir a Daniel en mi apartamento además de que era mi primera vez teniendo a alguien ahí. Aunque tenía razón, yo le dije que era bienvenido en mi hogar así que si lo dije es porque estaba confiada y segura con Daniel. No había nada de que preocuparse.

Pasaron unas cuantas horas hasta que alguien abrió el closet, se trataba del señor Gonzalo que parecía haberme buscado desesperadamente:

- ¡Isabelle!, ¡¿Que haces aquí?!, no te vi en tu lugar de trabajo y me preocupe.

- Perdón por el inconveniente señor Gonzalo... La cuestión es que... Uno de los clientes me molestaba el otro día y lo vi hoy entonces me asusté y me refugie aquí hasta que se fuera -Me tiemblan mas manos-.

- Lo comprendo, no es la primera vez ni tampoco la última que pase algo así. Te dije que cosas así pasarían aquí y que si estabas dispuesta a hacerlo de lo contrario es mejor que no sigas -Se  acerca a mi y me consuela dándome unas cuantas palmaditas en la espalda-. 

- Lo se, la próxima vez no volverá a pasar y supongo que deberé adaptarme porque como dije no tengo más opción.

- Está bien, aún así no se preocupe con que esto se vea afectado con la paga de hoy, ya que aún así cumplió gran parte con su trabajo el día de hoy.

- Lo agradezco muchísimo, es usted muy amable.

Me sentía aliviada con las palabras de mi jefe ya que el era tan comprensivo a diferencia de otros. Tome aire y volví al bar, de paso mire alrededor y el señor se había ido; me dedique a levantar algunas botellas que habían en el lugar, sin duda era un desastre, después limpie algunas mesas. Cuando termine note que el señor Gonzalo había visto el esfuerzo que hice y se le escapó una sonrisa mientras llegaba con el sobre de dinero que me iba a dar.

Sentimientos Transformados [+16]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora