Cap 1: Una vida, una travesía

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Era un día a principios de Marzo, cuando me volví una chica independiente por situaciones familiares que me han dejado plagada de problemas tanto psicológicos cómo judiciales, así que fui a buscar un apartamento ideal para mí en un lugar estratégico que conecte la avenida principal y el centro de la ciudad para así conseguir un trabajo viable en lo que queda de mi existencia. Encontré un lugar que estaba en renta cerca de una prometedora cafetería la cual estaba llena de jóvenes escritores y aficionados a la cafeína, quizás algún día vaya allí pero por el momento necesitaba un techo que me acogiera. Encontré un lugar perfecto en la calle Stewart, al entrar en el edificio me maraville con lo impecable que era el recibidor, se veía tan decoroso y bien iluminado. Di unos cuantos pasos hasta dar con un recepcionista, el cual me atendió con mucha gentileza y hospitalidad, le comenté que quería una habitación, la más barata de ser posible y cuál era el valor de la renta; el joven muy amable me indico el valor y las formas de pago, accedí, después de todo estaba desesperada por pasar la noche cómodamente. Al llegar a la habitación estaba amueblada y había un amplio ventanal dónde se apreciaba el centro de la ciudad, desempaque y me acosté con mi laptop en busca de empleo, uno el cual reciban a chicas como yo sin el menor problema.

Pasaron 3 días y no había conseguido empleo la mayoría de los gerentes que me entrevistaban quedaban cautivados, no sabía si era por mis capacidades u otras razones que desconozca, pero... Dicha cautivación terminaba cuando leían mi hoja de vida al enterarse de mi identidad y sus caras se deformaban con un gesto de desagrado. De milagro no me echaban a patadas, sin embargo no conseguía lo que quería. La situación duro por unos días hasta que conseguí postularme en un lugar, solamente que pues... No era de mi agrado pero necesitaba el dinero; se trataba de un club nocturno que quedaba al lado del Boulevard del centro, se llamaba "Vanilla's Rosses", el establecimiento era espacioso y tenía luces que cambiaba a diferentes tonalidades de rojo, rosa y morado, en la entrada se veía el escenario donde la bailarinas hacían lo suyo y a lo largo del pasillo habían habitaciones si preferías algo "privado". Busque la oficina del gerente hasta que la encontré:

- Hola, bienvenida pase, eres Isabelle Martínez, ¿Cierto? -Dijo aquel sujeto mientras sonreía y le daba la mano-.

- Sí señor, un gusto en conocer al señor... "Gonzalo" -Despejo la duda el señor-.

- Pero bueno, no vinimos a eso, en realidad está buscando trabajo, ¿No?, Busca ser mesera de la barra de licor.

- Por supuesto, no me gustaría ser una bailarina o una de las prostitutas -Dijo con determinación-. 

- A pesar de sus cualidades y demás virtudes que menciona en su hoja de vida, también se menciona que es chica trans, señorita Isabelle.

- Lo soy, ¿Hay algún problema con eso? -Decía Isabelle con un tono nervioso-.

- Lo habría, si supiera lo que sucedería en este lugar si se enteraran de tu sexo de nacimiento, aquí los hombres vienen a desconectarse de la cruda realidad de la sociedad para sucumbir en la ebriedad y el sexo, son como bestias sentimentales deseosas de más. ¿Está usted segura?

Me quedé sin palabras y con una sensación de miedo e impotencia, pero aun así debía seguir adelante, no tengo más opciones y si las hubiera, no estaría aquí en primer lugar.

- Más que segura diría yo. No tengo otra opción.

- De acuerdo, entonces aquí está el contrato para que lo firme y mañana podrá empezar a trabajar, el pago será al final de la jornada y espero que no haya tanto alboroto -Dijo Sr. Gonzalo con un carisma que parecía engañoso-. 

Asentí con la cabeza y me despedí, dejando atrás toda presencia que había dejado en aquel club nocturno, no hasta el próximo día.

Sentimientos Transformados [+16]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora