Realidad II (Imperio)

Cap 8

La luz penetró a través de mis párpados, el sonido de las cortinas corriéndose y el aroma a café me indicaron que ya era de mañana. Me dispuse a besar a mi esposa, me llevé una sorpresa al encontrar una almohada a mi lado

-Buen día princesa - Dijo Isabel mientras recogía un desastre de ropa y más almohadas

-Buen día ¿Y Catra?

-En su habitación 

-¿A que horas regreso?

-¿Regresar? No ha salido desde la tarde de ayer 

-¿Que? No, ella estuvo aquí anoche conmigo

-Los siento Princesa, pero al parecer su cansancio fue tal, que se quedó dormida en el pasillo, tuvimos que desvestirla, ponerle su pijama y acostarla

¿FUE UN SUEÑO? Puta madre, Me paré y fui hacia la habitación, solo esperaba que las puertas no estuvieran cerradas, pero la fortuna me sonreía, abrí la puerta y entré, solo la presencia del bebé dormido en el sofacama estaba ahí, me le quedé viendo unos momentos, mi pensamiento de acabar con él continuaba, aunque no tan fuerte como anteriormente

El pequeño comenzó a moverse y a querer llorar, me agaché hacia él y acerqué mi mano, en el reflejo que hacía un florero de metal, vi a mis espaldas a Derick sobre una de las decoraciones a la esquina del techo, Catra dice que su sigilo deja mucho que desear, pero esto dice lo contrario. Cargué al bebé y lo mecí, el aroma de Catra está tan impregnado a él

-Te cuidado dragón, que tu espalda es vigilada

Puse de nuevo al cachorro en su lugar, además, de asegurarme de la posición de mi hijo, lo miré y volteé en seguida, pero ya no estaba ahí, se esfumó. Volví a girar, Derick ya tenía al cachorro en sus brazos, sin darme la espalda, caminó al balcón, sabía que no podría seguirlo si decidiese ir tras él - Tranquilo, solo vengo por unas cosas, no es necesario que salgas - Con movimientos cuidadosos, fui al guardarropa y saqué mi "narcoteléfono" como lo llama mi esposa, por ese número coordinaría la movilización de Keldor a Etheria - Salí de la misma manera bajo la estricta mirada de mi hijo -¿Donde está tu mamá?

-Con el abuelo

Recogí un cojín del piso y lo lancé al sofacama, un sonido tintineante llamó mi atención. Levanté la colchoneta, varias pequeñas esferas metálicas de los adornos de los guardias estaban debajo y por un momento, Derick se mostró como el cachorro es y que conozco - ¡OH NO! - Gritó al ser descubierto

De la nada, Finn se dejó caer de panza sobre ella y comenzó a reunirlas - NUESTRAS... Nuestras, son nuestras, todas, todas, son nuestras 

¿Estaba aquí? Comparando el sigilo de Finnick con el de Derick, ahora le doy la razón a Catra -¿Que sucede? A ver, váyanme contando ¿Que hicieron?

Finn escondió su cara entre la colchoneta, Derick agachó su cabeza, pero al final el primero habló - Es que... Nos gustaron estas pelotitas, son redonditas, brillantes y hacen un ruido tan lindo

-¿De donde las toman?

-Se las arrancamos del uniforme sin que se den cuenta, es como un reto - Respondió el segundo

Acaricié la cabeza de Finn - Pequeños traviesos, si los atrapan, no voy a defenderlos, así que tengan cuidado ¿De acuerdo?

-Mamá no sabe - Dijo Derick

-No diré nada - Inmediatamente marqué a mis subordinados en Etheria para que comenzaran a trasladarse a la frontera de Eternia , pero por el momento, tenía otros planes

Corté algunas flores y me dirigí a la sala de juntas, donde mi esposa escuchaba el informe de mi general del operativo

-¿Que haces hija? -La Reina daba un paseo por los pasillos del castillo