Un joven dueño de esmeraldas caminaba despreocupado hacia su escuela aunque sabía que la reja estaba por ser cerrada, solo faltaban 5 minutos, su tranquila caminata fue interrumpida por un pelinegro que se abalanza sobre su espalda manteniendo una enorme sonrisa, se trataba de su mejor amigo, aquel omega bastante imperativo, alegre y espontáneo; de hecho los de su alrededor creían que eran pareja, motivo por el cual ningún alfa se le acercaba al menor, y por eso ninguno negaba aquello, pues era mentira.
También estaba la situación de que Rubius era un alfa que no buscaba algo serio/estable con alguien, mucho menos con un amigo, pero no podían negar que al principio hubo una química entre ellos, la cual termino siendo una bella amistad que un romance.
── Buenas, Rubia ───Con su tono cantarín saludos sin dejar de lado su sonrisa.
── ¿Igual estás llegando tarde niño pato? ───Cuestiona recibiendo un sentimiento. ── Llegamos a tiempo al parecer.
── Falta un minuto ───Aclara cuando ven a los guardias a punto de cerrar la reja.
Al estar dentro sueltan una risa por la adrenalina que sintieron sin saber que un par de azules le miraban, Alexby cruzado de brazos frunce el ceño viéndolos pararse como soldaditos, ambos le tenían miedo a ese omega.
── Deberían dejar de comportarse como unos niñitos ───Enojado mira a su proveedor de cosas. ── ¿Y donde está eso?
── Cierto, parque entregado ───Guiña con su resplandeciente sonrisa.
── ¿Ustedes que se traen? ───El menor por edad les mira intrigado del sobre que se pasaron.
── Nada, vayan a su salón tienen dos minutos antes del que timbre suene ───Suelta antes de desaparecer de la vista de ambos.
── No es nada, pato ───Revuelve los cabellos ajenos. ── Venga, vayamos a clases o me llevaré un reporte más y no puedo tenerlo.
Quackity no evita sentirse curioso de aquello que tanto se secretean sus amigos, haría su berrinche habitual, pero tampoco quería un reporte más en su expediente, es mejor evitar recibir un chingadazo de su madre, tenía tres, uno más y citan a su mafre.
Con tan solo abrir la puerta se llevaron la atención de todos, eran de los catalogados populares ya sea por su apariencias, olores o dinero, esto último era el caso de Rubius, siempre estaban detrás de él omegas y betas por lo que podía ofrecer; en caso de Quackity era por su apariencia y su sonrisa encantadora, siempre rodeado de alfas u betas, algo que debían reconocer es que ambos amaban esa atención que les brindaban.
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── Vege~ ───Canturrea obteniendo la atención del mencionado. ── Tengo listos los documentos.
── ¿Aún no te han informado? ───La frialdad en su tono congelaba a cualquiera, rodea los ojos con desdén ante la confusa joven. ── Estás despedida. No me sirve una asistente que intente envolverme con sus feromonas.
