𝐋𝐎𝐕𝐄𝐆𝐀𝐌𝐄! ⸻emiliano "dibu" martinez

#06: Dios de nuestro lado

#06: Dios de nuestro lado
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Benjamin se levantó con mucha pereza, su teléfono sonaba demasiado fuerte para su gusto, incluso sentía su cuerpo demasiado pesado para darse la vuelta y apagarlo pero sabía que tenía que, sino ya se veía a su compañero golpeándolo con una almohada por no hacerlo.

Soltó un gruñido, ni siquiera estaba preparado para lo que iba a ser ese día, estaba seguro que ninguno en realidad quería estar viviendo ese día con lo que iban a hacer.

Se dió la vuelta y ya pudo ver al castaño con una almohada tapando su cabeza mientras le daba la espalda, también deseaba querer quedarse en cama unos cinco minutos pero no podían. Aquel era un día muy importante para cada uno de ellos que se encontraban en Qatar como los que los miraban desde el suelo argentino, tenían que levantarse y tener la energía al máximo.

Agarró su teléfono y silenció la alarma lo más rápido que sus ojos dormidos le permitieron, para dejarlo arriba del colchón, permitiéndose unos cortos minutos de silencio total antes de tomar un impulso para salir del confort que le daba su cama.

Frotó sus ojos azules con ambas manos antes de estirarse, observó que su mejor amigo aún se mantenía acostado pero al menos ahora se había dado la vuelta para mirarlo fijamente, se podía ver lo cansado que se encontraba. Ambos se habían quedado hasta tarde hablando sobre lo que iba a pasar, cómo los dos sabían que cada uno de los partidos que le quedaban en la fase de grupo eran de eliminatorias y que no había vuelta atrás.

Paulo le había dicho que si terminaba entrando a la cancha alguno de los dos, significaba que iban a ganar. Él se rió pero quería creer que lo que decía era cierto.

Se levantó al baño y lo primero que se encargó a hacer era su rutina de limpieza, había sufrido el año pasado una erupción de granos por el estrés que le provocó adaptarse a la temporada, además de que cuando había sido chico había sufrido de acné. Colocó de fondo música que lo ayudaba a relajarse y a concentrarse, básicamente Morat, escuchó la queja de su compañero por hacerlo en un volumen que claramente no le permitía seguir descansando.

Tarareaba mientras terminaba, sintiendo la frescura y se apresuraba en lavarse los dientes para después comenzar a arreglar su bolso de entrenamiento y para el partido, era alguien demasiado ansioso y que le gustaba hacer todo con mucha antelación.

Se miró y sonrió de forma más segura, no tenía que tener miedo a lo que podía pasar como la noche anterior. Iban a demostrar quiénes eran, el equipo que eran y nada los iba a detener.

Abrió la puerta para encontrarse con su compañero un poco más despierto vistiéndose para agarrar el desodorante que le tiraba para que se colocara antes de ponerse la camiseta, un hábito que su madre se había esforzado demasiado en romper porque siempre se quejaba de que dejaba olor a transpiración y manchas oscuras en las camisetas cuando se colocaba posteriormente el desodorante.