𝐋𝐎𝐕𝐄𝐆𝐀𝐌𝐄! ⸻emiliano "dibu" martinez

#08: sonreime a mí

#08: sonreíme a mi
lovegame by malfhoe

—Que fachita, eh —le espetó el cordobés al verlo salir del baño, una sonrisa adornando su rostro.

Benjamin puso los ojos en blanco pero una sonrisa ladina aparecía en él, estaba seguro que ninguno de sus compañeros se había vestido con otra muda de ropa que no fuera un pijama o la ropa de entrenamiento.

Y él, para la gran sorpresa de muchos, no era de los que les gustaba solo vivir usando las mismas cosas. Era alguien que le gustaba variar y no iba a negar que en los cortos días de descanso que le habían dado, aprovechó la oportunidad de usarlo. Como lo hizo en ese instante, a pesar que la verdadera razón era completamente distinta.

Se había vestido con una camiseta de color crema, unos pantalones de color caquis que, sorpresivamente, aún le quedaban. Había comenzado a notar que su peso disminuyó un poco con la dieta que había implementado, los profesores se habían preocupado un poco pero él les aseguró que también el estrés del primer partido le había afectado también; Paulo lo arrastraba cada vez que podía hacia las cenas cuando todavía no terminaba de quedarse dormido luego del entrenamiento. Se puso sus zapatillas favoritas de color blancas y la colonia Bleu Chanel, que le había regalado una de sus supuestas conquistas en su cumpleaños.

El correntino era para el circo mediático un “ladrón de corazones”, muchas veces había despertado con un titular que hablaba del hecho de que nuevamente había sido visto con una chica saliendo de los boliches tras una victoria con su equipo, muchas veces terminando solo en él acompañándolas a su casa para volver a la suya; también era conocido por el hecho de que, además de que se vestía bien, era muy bueno chamuyando.

No iba a mentir, a veces era descarado.

—Te pusiste la colonia —le señaló entonces sorprendido el de ojos verdes.

—¿Qué decí’? —se rió entonces Benito, sin entender.

—Te pusiste el perfume que siempre usas para salir —respondió acercándose para oler más de cerca—. ¿Que esta’ por hacer vo’?

—¿Quién so’? ¿Mi mamá? —le cuestionó alejándose un poco al sentir que su espacio personal fue invadido—. Voy a dar unas vueltas.

—Eh… ojito —le señaló con el dedo índice y una sonrisa en su rostro.

—Dije vueltas, no putivueltas como los otros solteros —le contestó.

—Ya sé, qué humorcito.

—Pasa que me cagó a pedo tu novia.

Paulo entonces levantó las cejas sorprendido ante el comentario que le había tirado el castaño, era claro que aquello no le había comentado su novia.