Estabas perdiendo el rumbo de tu vida y no viste mejor ruta de escape que huir de casa con la excusa de "vacaciones".
Tu familia no te comprendía. Tus amistades minimizaban tus sentimientos. La facultad era la máquina de tortura mas letal con tu salud mental y física.
Nunca tuviste la "vida social" que todo joven tiene en la Argentina. Saliste una que otra vez a bailar, no estuviste en jodas, no habías salido con nadie y todo porque quisiste esforzarte y concentrarte al máximo en tu futuro.
Y todo ¿para que? Si ahora estabas en la cuerda floja sin saber a donde ir. Vivías triste, encerrada en tu mundo y soportando las opiniones juzgadoras de todos tus cercanos.
"Vaga" "deberías hacer algo con tu vida" "¿por que no buscas un novio?" "Siempre dormís, nunca te veo haciendo algo" "¿mirar la tele va a darte más plata?" "Nunca aportas nada".
Todo era un ciclo continuo y repetitivo, y querías ponerle un fin. Tal vez para siempre.
Por eso estabas ahí.
Habías llegado a Laguna Larga, en la provincia de Córdoba. Era el único destino que quedaba cuando entraste a la página a buscar un pasaje de micro.
Reservaste una cabaña y compraste los pasajes para esa misma noche.
Fue un viaje largo y aún más tedioso cuando tu familia se sorprendió de que no les dijeras nada para "acompañarte".
Armaste un pequeño bolso, con mudas de ropa, lo necesario para cuidar tu piel y uno que otro libro para matar el rato.
—a esta dirección ¿puede ser?—le enseñaste el teléfono al taxista de la terminal del lugar, y te sonrió asintiendo amablemente.
—A la Laguna ¿no? Que pregunta pelotuda, soy Gabriel... hablo hasta los codos así que si te incomoda decime nomas y me callo. ¿Venís a despejarte? Pregunto porque mucha gente lo hace—levantó los hombros.
Asentiste levemente.
—si, son unas vacaciones de imprevisto—comentaste.
El viaje fue dentro de todo corto y llevadero. Gabriel resultó ser un tipo agradable y hasta te dio su tarjeta con el número suyo y de su mujer por si necesitabas vehículo.
Le agradeciste y una vez pagado el transporte te bajaste en el lugar que habías reservado.
•••
Cuando lograste chequear todo, te dieron la llave de tu cabaña, pequeña pero acogedora.
—Espero que tengan unas hermosas vacaciones.
Sonreiste agradeciendo el gesto del encargado del lugar pero te dejo dudando. "¿Tengan? ¿acaso veía espirutus al lado tuyo?" Levantaste los hombros restándole importancia y te pusiste a acomodar algunas cosas.
Miraste la cama matrimonial y la hermosa vista que tenias del lago por el enorme ventanal.
La puerta se abrió de golpe y un muchacho con gorra entro a la habitación por lo que chillaste asustada y tomaste el control remoto de la tele.
El pibe gritó asustado por tu presencia también y se aferró a la puerta.
—¡Sali ya de aca pibe! ¡Raja de aca o grito! —lo amenazaste con el control remoto en la mano.
—Pará, pará, pará esta es mi habitación. No se que haces vos acá. ¿No me digas que sos una fanática mas? ¿Cómo carajos me encontraste? Sali o llamo a la policía— te señaló y vos lo miraste incrédula. ¿Quién carajos se creía que era?
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Cruel Summer - Paulo Dybala.
FanfictionEstábamos huyendo de nuestros problemas. Estábamos escondiéndonos del mundo. Estábamos sufriendo. Pero aún así... Nos miramos. Nos reímos. Nos besamos. Fuimos felices. Fuimos únicos. Fuimos solos los dos. Y lo amé. Ese fue el primer error.