Los pulmones le quemaban por la falta de aire. Estaba cansado y hambriento, pero levantó sus brazos en un último esfuerzo mientras tomaba aire antes de sumergirse. Nadó unos metros más hasta que sintió la pared de azulejo contra su mano y sacó su cabeza para tomar aire.
—Un minuto, treinta segundos. ¿Estás de broma?
Taehyung se quitó las gafas de natación y el gorro mientras intentaba tomar aire. Todo el cuerpo le dolía y apoyó la frente contra el borde de la piscina mientras hacía una mueca e ignoraba las palabras de su entrenador.
—El campeonato municipal está a la vuelta de la esquina, Taehyung, y este es el peor resultado en lo que llevamos de año. Ponte. Las. Putas. Pilas.
Taehyung era consciente de que el campeonato se aproximaba y de que su tiempo promedio en los 100 metros libres había empeorado a 90 segundos. Además, sabía que su entrenador estaba furioso. Se esperaba que fuera la estrella del equipo de natación, que fuera un deportista innato.
Apoyando los antebrazos en el borde de la piscina, Taehyung no pudo evitar asentir ante las palabras de su entrenador. Este hizo una mueca y, con el cronómetro en la mano, hizo un ademán disgustado.
—Hemos terminado por hoy.
Entró en el vestuario mientras se quitaba el pelo mojado de la cara, con semblante serio. Su mañana no había comenzado nada bien y no tenía ganas de hacer nada más que encerrarse en su habitación y echarse en la cama, pero sabía que aquello era de personas que no se esforzaban por lo que querían. Su padre siempre le había dicho que un Kim se sacrificaba, que un Kim trabajaba duro para conseguir cualquier cosa.
A veces Taehyung se sentía como un extraño, como si no fuera parte de la familia. A veces, él simplemente quería...dejar de esforzarse, tomar la vida con más calma y hacer cosas normales.
El vestuario a las siete de la mañana estaba casi vacío. Aunque eran nueve en el equipo de natación, solo había otra persona que se tomara el deporte de forma profesional como él y que entrenara todos los días a la misma hora.
Park Jimin enarcó una ceja cuando lo vio entrar, su mano sujetaba la camiseta blanca que estaba por ponerse. Su cabello castaño y húmedo le caía por la frente, señal de la ducha que se acababa de dar.
Era un chico muy atlético, de estatura baja para un hombre, con facciones dulces y cuerpo esbelto que atraía la atención de todo el mundo. Competitivo, perspicaz y sabelotodo, siempre destacaba entre la multitud.
Pero sobre todo, era el mejor amigo de Taehyung.
—No escuches al entrenador —empezó a decir este, mientras acababa de ponerse la camiseta y luego tomaba la camisa azul del uniforme—. Tu tiempo no ha empeorado. Un mal día lo tiene cualquiera.
Taehyung guardó silencio. No quería pensar para empezar, en lo malo que había sido el entrenamiento y cómo eso podría afectarlo en las sesiones siguientes. No sentía que su cabeza estuviera enfocada en la piscina, en particular desde lo ocurrido ayer con el desconocido saliendo de su casa. Se sentía extraño y sin ganas de hacer nada.
—Eres un nadador increíble Tae, ya has ganado tres campeonatos municipales.
—Mi padre quiere que me presente a los regionales. —su voz sonó más ronca de lo que esperaba y abrió su taquilla donde se encontraban sus cosas.
Su amigo frunció los labios mirándolo de reojo mientras se abotonaba la camisa.
—No veo donde está el problema.
—Jimin —lo interrumpió Taehyung mientras negaba con la cabeza—. Solo quiere que yo sea como Seokjin, y eso nunca va a pasar.
Jimin frunció levemente el ceño.
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Licantropía | kookv
FanficLa vida de Taehyung no ha vuelto a ser la misma desde que su hermano desapareciera hace tres años y su padre fuera nombrado alcalde del pequeño pueblo donde vivía. Un pueblo rural donde nunca pasaba nada importante, aburrido y silencioso en el que t...