Hola!, ¿que tal estáis?, mi nombre es Rachel Garcés, y soy estudiante desde hace ocho años en el Instituto Bramante verde.
A mi siempre me pareció un nombre de rubí, hasta que me fijé que no lo era, "que corte ".
Pero aún así lo pensaba, me hacía sentir un poco especial.Para los que hayáis hecho números, si, he repetido por lo menos dos veces en el Instituto, "¿que rabia, eh?", la culpa es mía por no llevar bien los exámenes finales.
Así que..... , soy la más mayor de mi clase este último año de instituto, pero bueno.Sabéis, desde que entre en segundo de bachiller, andaba entre el nerviosismo y el bajón total, entraba en mi clase y solo veía a chicos y chicas de menor edad que yo, y que parecían niños, me daba una vergüenza... , " ¿que hago yo aquí con veinte años?, casi que les podría enseñar yo", los miraba a todos, como curiosa, por saber cómo era cada uno.
Cuando entró la que iba a ser nuestra tutora este curso, agradecí al cielo que nos hubieran cambiado el profesor del año pasado, y pensando que tendría una segunda oportunidad buenísima esta vez.
A decir verdad tuve muy buena suerte con el cambio de profesores, más o menos, dado que en una de las asignaturas que tenía que recuperar, continuaba siendo el mismo, pero no se puede todo en la vida, ¿verdad?.
Seguía observando las asignaturas que tenía que recuperar del año pasado, y me percate de que aún no había hablando con el profesor de historia del arte.
Ni yo, ni ninguna de las que lo habíamos suspendido el año pasado.Asique en cuanto acabaron de darme la charla de bienvenida, corrí a ver si encontraba a mi profesor del año pasado de historia de arte, con el que había suspendido. Pregunte en la Sala de profesores, a ver si sabían dónde estaba.
- Se fue, este año no tendreis historia de arte - me dijeron.
- Pero yo la tengo suspenda, ¿que demonios voy a hacer ahora? - pregunte angustiada.
- Ahora creo que os cambiaron a la segunda optativa que teníais marcada del año pasado, de todas formas pregunta - se metió de forma fría e inexpresiva, de nuevo en la sala de profesores.
Vamos a ver, que asignatura es la segunda que tenia de optativa. Me quedé pensando unos segundos, cuando mis ojos se cerraron presa del horror, al recordar que era, historia de la filosofia.
Madre mia, ahora a hacerlo lo mejor que pueda.
Al día siguiente, fui a clase con mi horario ya creado, con las cuatro asignaturas que tenía que recuperar este año, incluída filosofía del año pasado, que martirio diario más innecesario en mi opinión.
Tuve todas las clases que figuraban en mi día, parecía que este año me iba a ir bien, o al menos eso esperaba.
Entre en mi última clase del día, la de Filosofía, la cual parecía que iba a caer siempre la última, lo que era un consuelo en verdad, me senté en la fila del medio, totalmente sola como era de esperar en mi.
Estuvimos esperando un rato hasta que vimos entrar a la profesora de Filosofía a toda prisa. Me sobresalté al instante.
- Perdonar chicos, he tenido un pequeño problema con el coche y he llegado cuando he llegado, bueno mi nombre es Cristina encantada, y seré vuestra profesora de historia de la filosofía - dijo apresurada.
Me fijé en lo esbelta y enérgica que era, se podía ver a simple vista que era muy inteligente y divertida. Su peinado era peor que el de un videojuego, pero se veía guapa, pero sus ojos...., sus ojos...., joder, ¡eran los ojos más bellos que había visto jamás! , eran de un azul claro, como el agua de un mar tranquilo y poco profundo, atrayente e hipnotizante.
Trataba de no quedarme mirándola todo el rato, me daba vergüenza que notase que me gustaba ella, pero quien iba a pensarlo, quien podía imaginarse que tal cosa pudiera existir.
Yo me perdía en mis pensamientos e imaginación, como si algún dia pudiera lograrlo, solo unas palabras mal intercambiadas me hubieran bastado en aquel momento, pero debía ser paciente.
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Pasión prohibida.
Roman pour AdolescentsMe llamó Rachel, soy bisexual, y desde hace un tiempo siento un fuerte deseo sexual por mi profesora de filosofia, el corazón se me pone a mil cada vez que me mira a los ojos, algún día se que me harás tuya, lo deseo, lo necesito, lo imploro.