Capítulo 4 .- Proposición

150 14 14
                                    


Corría entre las penumbras de aquel lúgubre bosque desconocido. A lo lejos, escuchaba a su esposo que gritaba como si estuviera siendo sometido a alguna tortura, pero por más que corría hacia el sonido, no podía llegar a él.

— ¡Naruto!

Estaba desesperado, no podía sentir su presencia con el rinnegan y ni hablar de la nula luz que lo guiara hasta él con el sharingan. De repente, una risotada escandalosa parecía burlarse, resonando y chocando con cada árbol ahí presentes y haciendo imposible el poder identificar el origen. Era Madara, sin duda, la risa del infame y enfermo Madara Uchiha.

Naruto volvía a gritar y él cada vez más a desesperarse.

— ¡Naruto!

Inexplicablemente una bola de fuego negro casi lo alcanzaba, su rapidez logró que no fuera chamuscado y se pusiera en guardia. Miró que una figura estaba parada del otro lado, oscura y siniestra, escondiendo aquella sonrisa socarrona en la oscuridad. Y se reía de él, trataba de intimidarlo al parecer, mirándolo con esos ojos rojos del sharingan.

—Es culpa tuya. —escuchó la voz de su ex amiga rosada, pero no podía verla, se escuchaba tan real, aunque sabía que estaba muerta y eso lo desconcertaba.

—¿Sakura?

— Es culpa tuya , Sasuke kun, por no aceptar mi amor por ti, ahora te arrebataré toda tu felicidad. —La kunoichi apareció de repente, justo frente a él y a un lado de la siniestra sombra que no dejaba de sonreírle.

—Sakura, detén esto, eres una molestia, siempre lo fuiste y ahora...

La sombra que estaba parada poco a poco comenzó a acercarse, haciéndolo enmudecer y logrando que se pusiera en guardia con su katana en mano. Entonces la poca iluminación del fuego negro lo dejó petrificado, cuando aquel sujeto se acercó definitivamente y reveló su anatomía.

—No...no puede ser... — se trataba de Menma, que usaba las ropas de Madara y se burlaba de él.— ¡Menma!

— Jajajajaja

Por la sorpresa, Sasuke bajó la guardia y una poderosa katana electrificada le atravesó el corazón, provocándole un estrepitoso grito y un dolor atroz.

—¡MENMA!

Despertó de golpe, incorporándose con violencia sobre la cama, sudoroso y jadeante, lo primero que hizo fue tocarse el pecho, de lado de su corazón donde había sido atacado; todo estaba en su lugar, poco a poco recuperaba el aliento y la calma. Miró hacia todos lados para identificar el lugar, estaba en una camilla de hospital, y la familiaridad le hizo recordar que estaba en Konoha.

Kakashi dejó de lado su libro de tácticas de conquista para prestarle atención a su ex alumno desorientado.

—¿Cómo te sientes?

—Kakashi...¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Cómo es que...

—Umm Sasuke, dormiste por tres días.

—¡¿Qué?!

—Si yo no te hubiera seguido estarías muerto. —respondió antes de que siguieran las preguntas desesperadas. —Afortunadamente llegué a tiempo cuando Madara y tú combatían, di mi ubicación a un equipo Anbu de respaldo y pudimos huir. Madara casi acaba contigo.

Vagos recuerdos le llegaron a la mente, recordaba haber combatido contra el Uchiha más viejo con todas sus fuerzas, pero no era su fuerza en si lo que combatía, si no su ira que no lo había dejado pensar en alguna estrategia en contra de ese sujeto para someterlo. Reconocía que había perdido la calma y así nunca le iba a ganar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 30, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Flores MarchitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora