Nombre: ___ ___
Edad: 16 años
Altura: 1.80cm
Cabello: Castaño
Ojos: Azules
Comenzamos...
Un pelinaranja miraba la pantalla de su teléfono, estaba teniendo una videollamada con su novia.
Hinata: Jajajaja ¿es enserio?- se reía a carcajadas por lo que le había contado ___.
___: Si, yo creí que no era cierto pero luego me mostraron la foto jajaja.
Hinata: Mm? ahora que lo noto, tu cuarto se mira muy vacío ___- se movió como si eso le diera mejor vista al cuarto detrás de la pantalla.
___: Encerio? bueno estuve limpiando mi cuarto y mi mamá me dijo que tire algunas cosas- se movió de su asiento para mostrarle al de cabellos naranjas que su cuarto estaba muy limpio.
Hinata: Pues creo que te has pasado un poco al tirar cosas- la castaña soltó algunas risas.
___: Jajaja ..... y dime Sho-chan ¿cómo te ha ido en el equipo de voleibol?.
Hinata: Ni me lo recuerdes, Kageyama es un idiota- hizo un puchero.
___: Pues que hizo?- su pregunta fue interrumpida por unos toques en su puerta, miró hacia esta- pase.
Una mujer rubia de ojos negros fue la que abrió.
Madre: Lamento interrumpir, pero necesito que vengas ___- hablo tranquilamente viendo a su hija.
___: Ok- miró hacia su computadora- pues creo que te hablo después Sho-chan.
Hinata: Está bien, adiós ___- hablo con una sonrisa.
___: Bye bye, te amo- sonrió al ver a su novio ponerse como un tomate.
Hinata: ¡___!- grito su nombre- yo ta-tambien- se puso nervioso de inmediato y corto la llamada lo más rápido que pudo.
Madre: No le dijiste eso ¿verdad?- miró a su hija levantarse de su asiento y acercarse a ella haciendo notar la diferencia de alturas que había entre los 1.80 de su hija y sus 1.66- ¿se te olvidó o quieres que sea una sorpresa para el?.
___: Ambas cosas- ambas mujeres caminaron hacia la sala, en esta había un montón de cajas- ¿crees que si le llevo flores me veré muy cursi?.
Madre: Creo que tú pareces el hombre en la relación- dijo la rubia que había estado esperando el momento perfecto para poder decir eso.
___: Jajaja, bueno por Sho-chan yo soy lo que sea- levantó un par de cajas mientras se reía.
La mujer rubia miró a su hija salir de la casa para poner las cajas en el carro que tenían, estaba contenta, su hija estaba enamorada y sonreía como boba cuando hablaba de ese chico de cabellos naranjas, recuerda el día que conoció a Hinata como si fuera ayer.
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De la pantalla a la imaginación: One-shots
Fiksi PenggemarUn libro de one shots. Top Reader.