Capítulo 10

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Días después

POV Mia

Ya habían pasado algunos días desde que le dijimos a nuestros padres sobre la situación y mi papá aún sigue sin querer hablarme. Duele pero tengo más apoyo de otros que he tenido de el en toda mi vida.

También habían pasado algunos días desde que le hice el amor a Roberta ahí en su cama.

Las mariposas volvían a mi estómago solo con recordar mis manos sobre su hermosa piel.

No hemos hablando sobre el asunto y hemos seguido como nada. No se como abordar el tema. No se si lo piensa tanto como yo pero necesito averiguarlo.

Ya la extraño.

No la he visto en algunas horas. La última vez que la vi me dijo que se iba a su cuarto porque no se sentía bien.

Son los efectos del embarazo que la tienen mal.

Quería darle tiempo para descansar pero no podía aguantar más tiempo sin verla.

Me levanté de mi lugar dispuesta a verla.

-¿A dónde vas?-preguntó Vico al ver mi acción.

-A ver a mi mujer-dije saliendo del cuarto.

-¡Mia espera!-exclamó a mis espaldas.

No la esperé. Llegue a la puerta de Roberta y toqué.

Después de unos momentos Luján me abrió la puerta.

-¿Y Roberta?-pregunté.

Luján se hizo de lado dejándome ver adentro del cuarto también dejándome ver a una Roberta acostada en su cama.

Me adentre al cuarto ahora viéndola mejor. Estaba dormida. Estaba envuelta en sus cobijas, las agarraba fuertemente, llevándolas a su cuello.

Me acerqué con Vico por detrás intentando ser silenciosa. El silencio pareció no ser importante para Luján y Lupita porque ellas continuaron hablando como si nada.

-¿Que?-preguntó Luján al ver mi cara y la de Vico.

Ella miró entre nosotras y Roberta.

-Ay Mia tu conoces a Roberta, ella no se va levantar con un poco de ruido.

Lo pensé por un momento. Eso si era cierto. Roberta no es fácil para despertar.

Tomé la silla del pequeño escritorio y la puse cerca de su cama.

Acaricié su cara suavemente. Me preocupaba mucho su estado. Odiaba verla así. La amaba demasiado. Ella era la mujer que cargaba a mi hijo. El embarazo le estaba cayendo pesado.

Las chicas continuaron hablado ahora en la cama de Lupita.

Tomé su mano sintiendo el calor de su piel. Esta mujer me tenía tan enamorada.

Me incliné hacia ella y dejé un beso en su frente. Con eso escuché algo que no sonaba bien. Su respiración era normal pero había algo que no estaba bien, solo no se como explicarlo.

-¡Chicas shh!-exclamé en un susurro.

Ellas se callaron de inmediato.

-¿Qué?-preguntó Vico en voz baja.

Yo solo puse mi dedo sobre mis labios y seguí escuchando.

La moví suavemente.

Tenía una idea de lo que pasaba pero no estaba segura.

-Roberta-la llamé.

Ella se removió antes de abrir los ojos un poco. Los volvió a cerrar y se acurrucó de nuevo. Eso no duró mucho porque volvió a abrir los ojos esta vez mucho más que la primera vez.

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