Entre a la cafetería caminando, tratando de transmitir una seguridad que en este momento no estoy muy segura de sentir, y mire disimuladamente el lugar. Es la primera vez que nos vemos en años, y digamos que las últimas veces no estábamos en los mejores términos. En varias ocasiones me vi mirando hacia atrás y pensando en lo ridículo que fue todo, como por una discusión sin sentido y una serie de malentendidos pudimos terminar nuestra amistad. Recuerdo una vez, mientras estaba con mi familia festejando las fiestas, que al dar las doce el día de navidad, me llego un mensaje, era tuyo, ya no me acuerdo que me decías, tampoco recuerdo que respondí, pero si que me dio esperanza de poder dejar la pelea atrás y volver a tener a mi mejor amigo. Sabía que tenías una nueva novia, nunca pensé que pudiera ser un problema. Al parecer era muy ingenua, ya que al intentar acercarme para arreglar las cosas ella me enfrentó, me dijo cosas hirientes, y supe que al enterarte no hiciste nada. En ese momento me rendí con nuestra amistad, porque si ni siquiera podías acercarte a preguntar cómo estaba después de eso, nuestra amistad ya no valía para mi. Luego de eso nos tuvimos que ver varias veces pero ya no volvimos a hablar.
Ahora te veo y siento que todo está en paz, ya no me siento enojada con nosotros por arruinar nuestra amistad. Se que ahora tengo amigos hermosos que me aman y que cada uno hizo su vida, pero siempre sentí que todo terminó muy mal y que teníamos una conversación pendiente, que necesitaba un cierre. No puedo explicar exactamente porque, pero recién, cuando cruzamos miradas, sentí que hoy podía ser ese día, no se si fue la nostalgia con la que sentí que nos vimos, como si ya no recordaremos esos últimos momentos sino todo lo bueno que compartimos. Con ese sentimiento todavía en mi sistema me acerque y te dije "hola" con una sonrisa sincera, mucho más que las ultimas que te había dedicado, me respondiste el salud y nos quedamos en silencio unos segundos, que no fueron de esos incómodos, simplemente contemplándonos, hasta que nos unimos a la conversación que se estaba dando entre nuestras familias, porque olvide mencionar que nuestras familias eran amigas. Luego de que la reunión terminó, decidimos seguir un rato más, terminamos en una terraza mirando la ciudad luego de pasar un buen rato caminando en la lluvia, tomar un taxi y terminar en este lugar. La lluvia ya había parado pero nos reímos un rato de lo desastrosos que habíamos quedado. Charlamos por un par de horas contándonos un poco de cómo estábamos, actualizándonos de cómo iban nuestras vidas y recordando nuestras años de amistad y también un poco sobre cuando nos conocimos y lo mal que nos llevamos por un buen tiempo, hasta que nos conocimos de verdad luego de que nos sentaran juntos en clase. No hablamos de la pelea y de lo que vino después, nos dedicamos a recordar lo bueno.
Luego de ese día cada uno siguió con su vida, no volvimos a ser amigos, solo dos personas con recuerdos compartidos. Pero eso está bien, tuvimos nuestro cierre, y ahora se que si algún día me lo encuentro en una cena o en algún lugar ya no voy a sentir ese nudo que hasta ahora sentía, vamos a saludarnos, tal vez incluso hablar por unos minutos y seguir. A veces lo único que se necesita es un cierre para poder seguir adelante. Eso hicimos y está bien.
Fin.
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Sentir demasiado
RandomSi decides entrar en el mundo de mis relatos, te encontraras, como lo dice en el titulo, con lo que sale de mi cuando siento demasiado. Puedes encontrar cuentos o relatos, algunos un poco fantasiosos, otros no tanto, pero todos cargados de sentimien...