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Quackity, un omega que se siente demasiado solo en su pequeño mundo, sin amigos, sin nadie en quien confiar... recibe una invitacion, una invitacion de parte de un viejo amigo, junto a la invitacion de otra viejo amigo para unirse a su equipo...co...
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Quackity y Missa eran los protegidos del equipo era algo que todos sabían y que se aseguraban de dejar claro ante todo el mundo, se aseguraban de mantenerlos seguros, no querían que sus minitas de oro perdieran vidas, para eso estaban ellos.
Pero el mundo era un mierda; y eso es algo que todos sabían, el beta y el omega tenían que salir, la nueva regla les cayó como bomba nuclear, siendo obligados a salir de su hogar. Aunque Quackity no quería parar de construir su nido, fue casi sacado a la fuerza cuando los admins le pusieron mobs en su esquinita, saliendo disparado de la casa mientras los demás se aseguraban de protegerlo.
Quackity poco a poco le empezaba a agarrar el gusto a salir de vez en cuando a cazar o a visitar amigos, a pasar un buen rato con sus compañeros, visitar a Roier y reír con cualquier estupidez que se les ocurriera. Pero ahora estaba prácticamente obligado a salir y hacer ese tipo de actividades.
Eso no le terminaba de gustar, pero no le quedaba de otra. Igualmente este nuevo estilo de vida le ayudaba a deshacerse de ese lado ermitaño que tenía
Un día, decidió salir un rato, los chicos se llevaron a Missa con ellos a cazar, en sus palabras; querían que el beta "creciera", a el igualmente le estaban exigiendo que se manchara las manos, pero el prefería mantenerse neutral y no manchar su reputación.
Estuvo un rato con Roier, hablando y bromeando con el, incluso coqueteando para después echarse para atrás cuando el otro mexicano le contestaba el coqueteo, poniéndose nervioso y amenazando con llamarle a Shadoune y Spreen cada que trataba de concretar algo.
Por mas que le gustará ser coqueto y provocar, no se sentía listo para hacer algo con cualquier persona. No ahora.
- Pimche Quackity, nalgon, nomas antojas!- Roier jugaba con el, agarrando su cintura, Quackity riendo a carcajadas mientras lo agarraba de los hombros- Ándale, un beschito y te dejo~.
El pelinegro apretó sus hombros, con una sonrisa.
- Bueno, uno nomás!- lo dejó acercarse, dejando un piquito en sus labios, Quackity rápido se alejo al darle lo que quería, viendo como el alfa celebraba su victoria en silencio- Pinche Roier, sabes que?, Te voy a dar otro nomás por que ando con ganas.
Se acerco otra vez al alfa, este siendo acorralado en la pared, el omega poniendo sus manos en la pared, apretujandolas entre las suyas, manteniéndolo quieto.
Se acerco a sus labios y lo volvió a besar, Roier se dejo dominar por el bajito, disfrutando del sabor de sus labios pomposos. Sus labios chocaban, hasta que Roier tomo iniciativa y abrió su boca, rápidamente siendo invadida por la lengua del patito.
