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Quackity, un omega que se siente demasiado solo en su pequeño mundo, sin amigos, sin nadie en quien confiar... recibe una invitacion, una invitacion de parte de un viejo amigo, junto a la invitacion de otra viejo amigo para unirse a su equipo...co...
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Quackity a tan solo unas semanas de haber llegado a MC Extremo, empezó a tener símbolos del que su celo comenzaría. Y eso no era para nada bueno.
A pesar del que todo el equipo busco supresores por todas partes y rogaron a los administradores que les regalaran algunos, a parecer preferían torturar al pobre pato.
Fueron con omegas que conocían en busca de ayuda; Juan, Violeta y muchos mas...nadie podía darle los que necesitaba el pato, el necesitaba unos demasiado fuertes, unos que literalmente lo sedaban y lo dejaban drogado por horas, perdido en su propia calentura.
Juan los ayudo parcialmente, dándoles unos que eran mas leves de los que necesitaba, pero aún así funcionaban por el momento, lo podrían mantener en raya por los primeros días.
No sabían que hacer, Quackity estaba desesperado por terminar su nido lo más rápido posible, Missa lo ayudaba; siempre escoltandolo y cuidandolo, llevando almohadas y de más cosas para complementar su nido, pero no era suficiente para el pato.
Estaba desesperado, se sentía expuesto con tantos alfas en el lugar, no se sentía seguro mas que con Missa y Rubius. Bueno, eso aparentaba.
A este echo tanto Spreen como Shadoune pensaron que irse de la casa mientras terminaba el celo del omega, pero tanto Missa como Rubius no estaban de acuerdo, era injusto para los alfas el tener que irse por culpa del omega.
El par de alfas se esforzaron wn no invadir la zona del omega, viendo como de vez en cuando parecía un animal, caminando con sus manos siempre sobre algo, sus garras casi siempre afuera y sus ojos con las pupilas dilatadas.
Se veía animal, salvaje.
Shadoune trataba de calmarlo, dándole dulces, relajandolo con su aroma, el pato se dejaba, moviéndose mas lentamente, canteando sus caderas y acercándose al alfa con un aura sexual. Shadoune rápidamente escapaba. No pensaba aprovecharse de la poca cordura del omega.
Si así era en su pre-celo, no se imaginaba en su celo real.
Spreen se mantenía al margen, viendo al omega desde la puerta de au habitación, hacían contacto visual, haciendo guerra de miradas. El Omega gruñía, el alfa le sacaba la lengua, bulling mutuo.
Igual, Quackity lo jodía mostrándole las gafas que el robó, Spreen frunciendo el ceño sin poder tener sus gafas devuelta ya que el omega lo atacaría si tan siquiera se acerca.
Ya probo que sus ataques pueden ser mortales, y no quería perder una vida.
Los días pasaron, Rubius recomendo el poner una puerta con código en la habitación del omega, encerrandolo, solo Rubius y Missa sabiendo la combinación, siempre mantenían las puertas abiertas, tan solo las cortinas separando al
