Culiao bonito<3

Capítulo 16: Y entonces, ¿aceptas?

Narra Anto:
Son las 07:37 y acabo de despertar, estoy atrasadísima, fui a despertar a mi hermana y hice mi rutina muy muy apurada, cuando ya estábamos listas llamamos un Uber y salimos de casa a las 07:56, por suerte el colegio no queda tan lejos de casa y llegamos a las ocho en punto a la entrada, nos despedimos y cada una se fue a su sala.
Cuando llegué, toque la puerta al creer que había algún profesor, pero solo escuché un poco de ruido y al parecer no había llegado ningún profesor aún.
Entré, y me dirigí hacia mi puesto, en eso veo una cajita con un osito encima de mi mesa, fue muy extraño, miré a mi alrededor y no había ninguno de mis amigos para preguntarles, pero había una tarjeta en la mesa, así que la abrí para ver qué decía: "Anto, ¿aceptarías pasar lo que queda de semana conmigo?, quiero demostrarte esta semana y todos los días que me permitas, que puedo hacerte muy feliz. Atte: Seba".
Basta, es muy lindoo.

Narra Seba:
Eran las 7:58, la Anto ya no iba a llegar, al ver que la Anto no llegaba me sentí humillado, no por ella, ya que ella no sabía que yo haría esto, así que si no venía, no era culpa de ella, pero de todas formas me sentía humillado, sentía que me estaba humillando solo, así que salí de la sala y fui al baño y iba tan concentrado mirando el piso que no me di cuenta que todos los otros monos me siguieron.
-Seba tranqui, quizás llega más tarde, creo que te hubiese avisado si no venía. -Me dice la Feña.
-Si, no se preocupen, estoy bien, solo fue un bajón, ¿vamos?. -Dije para luego comenzar a caminar a la sala.

Llegamos a la sala y la veo a ella leyendo la tarjeta, no saben lo feliz que me hizo eso, me ubiqué atrás de ella sin que se diera cuenta y hablé en cuanto noté que ella termino de leer la tarjeta.

Narra Anto:
-Y entonces, ¿aceptas?. -Escuché detrás de mi.
No pude evitar sonreír al escuchar su voz, me reí y me di vuelta para verlo a los ojos.
-Sí, acepto. -Le dije feliz.
Y eso fue bonito, sólo nos quedamos mirando como tontos el uno al otro, en ese momento no importó nadie más que nosotros dos.