Capitulo 4: Traicion - Parte 1

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No podía creer a quien tenía delante... Diego Monti.

-¿No habías muerto en la horca? -pregunte aun en posición de guardia.

-Eso es lo que dicen todos... Pero nadie fue a mirar mi ejecución- dijo pasándose la mano por la cicatriz y después pasándosela por el pelo marrón que había perdido color con el tiempo o por el sol- El único castigo fue esta cicatriz -dijo con una sonrisa.

-¿Que haces aquí? -pregunte buscando con la mirada algún arma que pueda utilizar.

-Me contrataron para acabar con Alina Lepore pero...-desenfundo dos espadas - ya que estoy acabaré contigo primero- y dicho esto salió disparado contra mi, no podía atacarle de frente así que solo me quedaba hacer algo que le sorprendiera, di una voltereta hacia atrás y le golpee en la mandíbula, Diego retrocedió dos pasos con una sonrisa malvada pintada en su rostro- ¿Sabes pelear?- se frotó la mandíbula - Bien, así no será tan aburrido-dijo antes de volver a arremeter contra mi, me agache para esquivar su doble tajo y le propone tres golpes en las costillas pero el ultimo fue interceptado por la empuñadura de una de sus espadas antes de intentar clavarse en mi, salte hacia atrás esquivándolo.

-¡Alba!- exclamó Manuel con Alina detrás suya- ¡Detrás de ti! -dijo haciendo el gesto de que me apartara con la mano, me aparte y el filo de una espada atravesó el aire, Diego la esquivo cruzando sus espadas para arriba, mire quien sostenía la espada y vi a Ana.

-Maledetto idiota- soltó Ana antes de pasarme una espada- ¿Por que siempre tenemos que estar metidas en peleas?- dijo poniéndose en guardia.

-¿Quien es esta rubia? -dijo Diego apuntando una espada a Ana.

-La hija de un monstruo- dijo antes de arremeter contra el, sus movimientos eran demasiado fluidos, casi como si estuviera bailando, nada que ver con el estilo de Manuel y mío, se notaba que Diego le costaba repeler todos los golpes, no hacia falta que yo interviniera.

-¡Pedazo de puta! ¡¡No te creas superior a mi!! -gritó Diego abalanzándose sobre Ana.

-No es que...-empezó a decir Ana, se apartó y le dio un golpe a la base del mango de la espada de Diego para que saliera disparada- me crea superior...- prosiguió diciendo mientras cogía la espada de Diego clavada en el techo- lo soy - y acto seguido le empezó a atacar con ambas espadas ,le metió una potente patada al compás de sus ataques que le saco por la ventana, este soltó una gran maldición y desapareció cuando nos asomamos.

-Valiente cobarde-exclamó Ana enfadada.

-¡¡Ana!! ¡¡¡Por dios que estas embarazada!!! -exclamó Manuel.

-Tu no ibas a hacer nada-respondió ella.

-Cielo yo ya no soy el de...-empezó a decir Manuel.

-¡¡Calla!! No has cambiado... ¡¡¡Mama murió por que no hiciste nada a tiempo!!!-gritó Ana- ¡¡¡Tus propias hijas corren peligro y te quedas atrás!!! ¡¿Que clase de hombre eres?! ¡¡¿Que clase de padre eres?!!-siguió chillando ella pero el sonido de un bofetón cruzo el aire.

-¡¡¡¿Te crees que no he tenido suficiente castigo con lo que paso?!!!-gritó Manuel, se le veía realmente mal-¡¡¿Te crees que no me arrepiento por dejarte?!! Te crees que no pienso cada puñetero día al despertarme..."¿y si lo hubiera evitado?" "¿y si te hubiera llevado conmigo?" "¿y si...?"- Ana solo se quedo en silencio ,clavo las espadas en el suelo y se fue.

-Manuel...yo -intente decir pero levanto la mano, cuando Ana cerro la puerta Manuel se apoyó en la mesa.

-Ahora mismo no merezco ser consolado....-dijo Manuel sentándose en una silla cercana- Solo déjame pensar "¿y si no me hubiera congelado por el miedo a perderlas?"-parecía que Manuel estaba a punto de llorar, yo le abrace con ternura, jamás pensé que Manuel se sentía así, el Manuel que yo conocía era una persona despreocupada sin cosas de las que arrepentirse pero eso no era cierto... Había una culpa.

UN ROMANCE MÁS EN VENECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora