ghost of you; daerin

Capítulo nueve

—¡Feliz Cumpleaños, Hae~!

La casa se llenó de aplausos y victores, Haerin sonrió complacida, mientras su amiga Hyein lanzaba confeti sobre ella, Sakura sacaba fotos y Hanni le gritaba a la menor por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Minji reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellas cuatro de invitadas, cinco con Haerin.

Seis con Danielle.

—Haerin, tengo tu primer regalo en tus veintidós años —murmuró Minji cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, ella la miró con ojos expectantes.

La pelinegra sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Hyein gritó como colegiala, Sakura alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Hanni comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Danielle bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Haerin fue mirar hacia ella, con temor de que Danielle estuviera herida por aquello.

La castaña negó, sonrió de forma honesta.

—Es la indicada —dijo, y Haerin pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde las cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que Kang terminara de cortar el pastel.

—¿Alguna habló con Chaewon? —preguntó Sakura, con lo que las otras dos negaron.

—No volví a hablar con ella desde lo de Danielle —dijo Hyein, directamente.

—Shhh —la cayó Hanni—. Haerin se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica
para distraerla, no arruinen esta noche —palmeó el muslo de Minji, se sorprendió por lo duro que estaba—. ¿Cuánto ejercitas? —preguntó.

La pelinegra se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

—¿Qué?

—Oh, no, no —Lee negó, agitando su mano—. No te lo tomes personal —añadió, sonriendo—. Es que... Haerin ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Minji se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

—La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Danielle? ¿Qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Haerin, sabiendo que había escuchado.

La azabache levantó el plato con las manos temblorosas, rió de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Danielle abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, Marsh ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.

—¿Haerin? —alzó la vista hacia Minji, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada—. Lo siento. ¿Estás bien?

Asintió sin más.

—Danielle es mi ex novia —dijo, hablando para Kim, pero sin mirarla directamente—. Hace un año vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Chaewon, quien en algún momento fue mi amiga, pero estábamos muy alejadas para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche. Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado. Danielle fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Chaewon había querido tirarse, Danielle la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué, fue
sólo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas. En la sala, Sakura, Hanni y Hyein discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Minji antes de venir para evitar darle un mal rato a la azabache, y que eran todas unas estúpidas.

Minji tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

—Haerin, lo siento muchísimo —habló, haciendo que ésta llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema—. Estoy segura que Danielle te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida —acarició sus mejillas y Haerin sonrió mínimamente. La mayor dejo un beso en su frente—. Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿lo sabes no? —la más baja asintió—. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mi también —la abrazó y Haerin se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Danielle sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que de su pequeño gatito pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba viva y podía vivir con ella.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Minji, haciendo que un escalofrío la recorriera.

—Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida —susurró en su oído, y los ojos de Minji se abrieron ampliamente.