Noches de insomnio.

Pensamientos inoportunos.

Es difícil para mi admitir lo que siento por alguien. Y eso es algo que mis amigos cercanos saben muy bien, y es que cada vez que intento decírlecelo, recuerdo todos mis defectos, recuerdo que todos son mejores que yo, ellas son mejores que yo. Tienen bonito cuerpo, linda sonrisa, mirada profunda, y millones de virtudes imposibles para mi terminar de escribir sin lograr sentirme peor. No puedo competir contra ellas, ellas son para él. Porque él es algo así como "perfecto", o bueno, lo es para mi. Tiene una mirada tan dulce, que irradia mi día con tan solo verla un segundo, una forma de hablar tan tierna, que produce unas inmensas ganas de callarlo y abrazarlo en un silencio profundo, tan profundo que permita escuchar y sentir su corazón latir, bueno y él también tiene millón virtudes que no van conmigo. Es decir... ¡Por favor!, alguien como él no se puede fijar en alguien tan imperfecta como yo... Para eso están ellas, para ser el complemento perfecto para el ser perfecto.

Entonces me doy cuenta que odio que me guste, y es porque se que no es correspondido. Me veo tan tonta e ilusa, observándolo y creyendo muy dentro de mi que algún día entre él y yo exista una historia. Es un amor imposible, un amor que no es amor, un amor que no es mutuo, y eso lo vuelve tan vacío. Lo veo sonreír y el mundo se detiene, una sonrisa se coloca en mi rostro haciéndome quedar como una completa idiota. Esperando que nunca lo note, por temor. Temor a que esa linda amistad se desvanezca. Disimulo la mayor parte del tiempo, haciéndolo creer que solo lo veo como un amigo más, y con eso, lo único que consigo es engañarme a mi misma, repitiéndome día tras día, "Él es tu amigo, y solo eso será".

Eres un sueño que no debo soñar, por más lindo que parezca.