volver junto a mi amado ᨐฅ - wookjung

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Mierda, otra vez falle.

Como es que ni acabar con mi vida puedo. 

Mierda, hay alguien aqui.

¿Porque estoy desnudo?

¿Que carajos hiciste ahora Lee Taeyeob?

Esos fueron los primeros pensamientos de Taeyeob al despertar, se maldecia internamente, ¿Habia tomado tanto que no recordaba nada?, giro su cabeza lentamente para ver quien fue su acompañanete esa noche.

Me eh vuelto loco.

Un Wookjin dormido, con marcas en su cuello y desnudo se encontraba en su cama, espera, no era su cama, era la cama de el viejo departamento de Wookjin.

Wookjin lentamente abrio sus ojos, y apenas vio a Taeyeob sonrio y lo abrazo con fuerza.

- Buen dia amor, ¿Como te sientes? Lo separo un poco para mirarlo a la cara. - ¿No te lastime anoche?

- ¿A-anoche?

- Si... Bueno, se que no fue tu primera vez, pero no has tenido sexo en un tiempo... 

Taeyeob no entendia que demonios sucedia, ¿Todo habia sido un mal sueño? No lo penso dos veces antes de lanzarse sobre Wookjin y aferrarse con fuerza de su cuello.

- Amor, no me voy a ir a ningun lado, no hace falta que me ahorques... Solto una delicada risa que hizo a Taeyeob estremeserse, como extrañaba la hermosa risa de su Wook.

Taeyeob aguantaba las ganas de llorar, no queria procupar a Wookjin, asi que solo se limito a decir: - Te amo mucho Wookjin..

- Yo tambien te amo mucho Yeob.. Hey, ve a lavarte, yo ordeno aqui..

- Esta bien.. Taeyeob se levanto un poco dudoso, no queria alejarse de Wookjin, tenia miedo de perderlo de nuevo, se iba sin dejar de mirarlo pero Wookjin solo le sonreia tiernamente.

Se adentro al baño y solto un largo y pesado suspiro, se miro al espejo, noto algunas diferencias en su aspecto, recordaba tener un piercing en el labio, cosa que ahora no tenia, su cabello se encontraba mas corto y de color celeste brillante, pero el recordaba que ya estaba en un tono verdoso. Las dudas lo inundaron, ¿Acaso estaba en sueño?, ¿Se habia vuelto loco?

Se lavo la cara para despejar su mente pero al levantarse se encontro con unos ojos penetrantes color cafe. - ¡Mierda! Dijo asustado.

Rapidamente se dio vuelta, encontrandose con una bella mujer, tenia cabello castaño largo hasta sus muslos, ojos cafe oscuro y se encontraba totalmente vestida de blanco con unas grandes alas saliendo de su espalda.

- No tengas miedo Taeyeob. Dijo la misteriosa mujer mientras suavizaba su mirada y extendia ambos brasos a los costados. - No vengo a hacerte daño, al contrario te traigo una gran noticia que alegrara tu noble corazon... Taeyeob la miro confundido, estaba un poco mas relajado. - La vida a decidido darte una segunda oportunidad, una oportunidad de salvar al amor de tu vida.

- ¿A-a que te refieres?

- Has vuelto en el tiempo, has vuelto a un momento importante para ambos, el dia en que se volvieron uno por primera vez. Taeyeob abrio sus ojos sorprendido, eso explicaba muchas cosas, tenerlo a su lado de vuelta, porque no se habia sentido como un sueño, si no como la cruda realidad, el porque de las palabras de Wookjin, el porque de el lugar, el porque de su apariencia. No pudo evitar que lagrimas de felicidad cayeran por sus rojas mejillas.

- Gracias...

- No me lo agradezcas, tu lo haz hecho con tu bello corazon, con tu gran corazon lleno de amor, es un regalo por ser quien eres. Y asi la misteriosa mujer desaparecio dejando a Taeyeob llorando de felicidad y nostalgia.

Se dio una ducha rapida mientras recordaba aquel momento especial en su vida, para algunos el sexo es solo sexo, algo normal entre parejas, pero para Taeyeob esto era una muestra de amor muy grande, no con todas sus parejas habia dado ese paso, pero Wookjin fue una de esas y la mas especial de hecho. Para Wookjin tambien el tener sexo con alguien era algo muy lindo y especial, por eso para ambos ese era uno de los momentos mas especiales de su relacion.

Cuando salio del baño se vistio rapidamente y corrio a la cocina, alli estaba Wookjin ya vestido con algo comodo y un delantal mientras cocinaba para el desayuno de ambos, Taeyeob corrio y abrazo a Wookjin por detras y se aferro a el como una garrapata mientras este seguia cocinando felizmente.

- Yeob, ya esta el desayuno.. El pelinegro habia preparado unos panqueques esponjosos con una chocolatada caliente para acompañar, tambien habia derretido un poco de chocolade para los panqueques y lavado frutillas.

Desayunaron entre risas y coqueteos, algunos piquitos eran robados por parte de ambos mientras disfrutaban la prescencia de el otro. - Amor, voy a tomar una ducha..

- Esta bien Wook, yo voy a ordenar aqui.

- Bien... Pero no te fuerzes, ¿Si?

- Sip..

Wookjin se dirigio al baño dejando a un pensativo Taeyeob ordenar la cocina y comedor, Taeyeob recoraba lo que habia pasado 'aquel dia' y lo que habia pasado despues de este, recordaba los llantos de dolor al enterarse, el velorio de Wookjin, lo que mas le dolio, pues tuvo que despedirse de el para siempre, sus intentos de suicidio, sus autolesiones, como sus amigos lo llamaban desesperados cada que no respondia un mensaje, pues tenien mucho miedo de que el lograra su cometido, cosa que al final se hizo realidad, y de alguna forma se sentia culpable, pero otra agradecia el haberlo logrado, porque ahora podia ver de vuelta a Wookjin, e iba a hacer todo lo posible, incluso hasta lo imposible para evitar que su amado se fuera de el nuevamente.

Su telefono sono y se acerco a ver de quien se trataba, era su mejor amigo, Junhyung, o como el le decia, Junji, se seco las manos y respondio. - Hola Junji..

- Tae~, buenos dias, ¿Que tal tu estadia en la casa de tu noviecito?

- Pues... De hecho pasaron cosas..

- ¡Tuvieron sexo!

- Si Junji, tuvimos sexo.

- ¡Felicidades!

- Gracias supongo.

- ¿Acaso no te gusto?

- No es eso.. Solo que ya sabes, no me gusta tanto hablar de esas cosas..

- Esta bien, esta bien, te dejo disfrutar de tu novio, nos vemos..

- Adios Jun, nos vemos..

Wookjin aparecio en la cocina y se sento en una de las sillas mientras secaba su oscuro pelo. - Cariño, ¿Me ayudas?

- ¡Claro amor! Taeyeob extrañaba infinitamente el pasar tiempo con Wookjin, esos pequeños momentos donde se expresaban su amor sin palabras, así que iba a aprovecharlos como si todos los días fueran el último.