CAPÍTULO 1

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No hay nada que mas odie que escuchar la voz de caniche de mi madre regañandome y diciéndome que no sirvo para nada, cuando le miro a la cara no puedo esconder la rabia que tengo depositada en ella, de tan solo de pensar en sus ojos de sapo me dan ganas de vomitar, y mas ganas me dan cuando pienso en mi padre, es como si el no existiese en mi vida, lo único que se de él es que se va de putas con sus amigos y que en vez de pasar tiempo con su hija lo único que hace es gastar el poco y miserable dinero que tiene en bebidas alcohólicas, estaba ya asta el coño de pertenecer a una familia llena de gente mala de la cabeza, a si que, me fui lo más lejos posible de ellos, y que mas lejos que Inazuma.

Una vez allí decidí olvidarme de todos ellos, de mi madre, mi padre, mi abuelo... todos, solo quería disfrutar de la belleza de inazuma, no tenía mucho tiempo para prepararlo todo, la habitación, la cocina, el nuevo baño, ya que en nada de tiempo ya empezarían las clases, ahora que estoy lejos de ellos podré estudiar tranquilamente y en paz sin que la puta de mi madre me ladre, lo único malo era la condición económica, tenía que trabajar en algo pero ya, si no como hiba a pagar el alquiler, bueno el caso es que me di un paseo por aquí y por allá, y la arconte electro me abrió los ojos cuando un papel colgado en la pared ponía que se buscaban camareros para un restaurante, y bueno lo del trabajo ya lo pude tachar de la lista.

Por fin me desperté en silencio, la luz entraba gentilmente por la ventana de mi habitación y ya era hora de despertarse para irse, me prepare cogí mis cosas y antes de salir por la puerta respiré ondo y sonreí con la esperanza de que eso me daría...

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Por fin me desperté en silencio, la luz entraba gentilmente por la ventana de mi habitación y ya era hora de despertarse para irse, me prepare cogí mis cosas y antes de salir por la puerta respiré ondo y sonreí con la esperanza de que eso me daría fuerzas en mi primer día aquí, mientras caminaba el corazón me latía a cien pensando en lo que podría pasar, y mi mayor preocupación era hacer amigos, desde pequeña siempre he sido bastante tímida y callada a la hora de empezar una nueva amistad, pero como sé que se me daba tan mal empezar una charla, decidí pintarme las uñas y arreglarme el pelo, ir arreglada pero lo más natural posible para poder atraer a la gente más fácilmente, justo cuando llegue a la puerta de la academia no puede evitar abrir los ojos como platos, era hermoso, tenia de todo, una fuente, árboles de cerezo dejando caer sus hojas color rosa... era el lugar de mis sueños.

Aún faltaba bastante para que todos tuviéramos que entrar en clase, a si que decidí darme un paseo por los alrededores, caminando pude apreciar una piscina y un polideportivo pequeño, luego seguí y pude ver un pequeño jardín, la puerta estaba cerrada con llave pero se podía escuchar a alguien regando las flores, me asomé por un hueco, y pude apreciar la silueta de un chico de pelo blanco y ojos color rojo, tenia la mirada perdida entre las flores mientras tarareba una melodía que yo no sabía reconocer, intenté mirar más por el muro de plantas que rodeaba el jardín pero no quise por miedo a ser descubierta, pero cuando me di cuenta el chico ya había salido del jardín y su mirada estaba clavada en mí, me puse roja de repente y el chico se empezó a reír.

— Nunca te había visto antes por aquí, ¿Eres nueva?

— Si llegué aquí hace dos días nada más.

𝘎𝘦𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘦 (Lectora X Sacaramouche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora