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Dicen que cuando una persona decide irse de tu vida tiene dos opciones; la primera es irse por completo y la segunda luchar por el amor que te tiene aunque se lastime en el intento, porque muy en el fondo sabe que no siempre tendrá buenos resultados.

Yo debi rendirme en el primer intento, tal vez en el segundo o en la primera vez que me hizo sentir que fui una persona insuficiente y reemplazable en su vida; bien dicen que uno cuando está enamorado tiene una venda en sus ojos y no es capaz de ver mas allá de lo que nos merecemos, creemos que algún día cambiará y seremos felices; que gran cuento de hadas...


—¿Por qué? -su voz salió en un susurro de aquel chico rubio que trataba de aguantar las ganas de llorar enfrente de ese azabache que ama tanto- No quiero separarme de ti, porfavor, te necesito conmigo -subió su cabeza los ojos aguados tratando de buscar una respuesta de la otra persona.

—No hagas esto más difícil de lo que ya es, yo también me siento mal con todo esto; no quiero hacerte más daño y prefiero darte tu libertad -dijo no muy seguro ya que estaría dejando escapar a la única persona que amo en esta vida.

—Shisui amor puedo hacer que lo nuestro funcione, solo debemos poner de nuestra parte -le dijo con esperanzas.

—Naru yo no siento lo mismo, el interés hacia ti se perdió, ya no te... Amo... -tenia un nudo en la garganta al pronunciar esas palabras, pero quería creer que era por la situación en la que estaban.

—¡Mientes! -no quería creer lo que estaba escuchando, así que se tapó los odios para no escuchar nada e hizo un berrinche para que no pasara lo que estaba pensando, no quería creer que todo iba a terminar de la noche a la mañana- Tengo el amor suficiente para los dos, yo puedo volver a enamorarte, a conquistarte; solo no me alejes.


Titubeando acepto tratando de poner de su parte para que la relación con ese hermoso doncel funcione, aunque tampoco aseguraba nada; los días pasaban y el menor hacia de todo para volver a conquistarlo, durante tres meses hacia lo imposible para estar con el azabache, regalarle cosas, ser detallista; aunque también quisiera poder recibir lo mismo, le hubiera gustado que sea recíproco.


—Shisui ¿Podemos ir a ver una película nueva que salió? -pregunto con las mejillas sonrojadas.

—Lo siento no puedo, tengo cosas que hacer -respondió cortante; no quería decirle que empezó a conocer a una linda chica y que se dio cuenta que no tenía ni el mínimo interés hacia él; aunque tampoco quería dejarlo ir y que sea feliz con otro.

—¿Te parece mañana entonces? -sintio una decepción cuando lo rechazo y más aún en ese tono, tenia una leve esperanza de que aceptara ir con el al día siguiente.

—Claro, paso por ti -sin más se fue a velocidad dejando al pobre doncel triste y solo.


Salió afuera y se dio cuenta que estaba lloviendo, al menos las gotas de cada lluvia disfrazara sus lágrimas, hace dos semanas se dio cuenta de la actitud del azabache, no quería creer que había alguien más en la vida de aquel chico que tanto ama, se sentía impotente; las últimas semanas se la pasaba llorando en su cuarto en medio de la noche, tratando de creer que el mismo puede arreglar el amor que una vez tuvieron, tratando de arreglar algo que ya está roto.

Se negaba a ver la realidad, se negaba a creer que ese chico tan hermoso dejo de sentir amor hacia el, muy en el fondo sabía las cosas que pasaba pero simplemente no quería aceptarlo, fue por eso que cada vez que tenía oportunidad quería pasarlo con el azabache aunque el lo haga a un lado y lo ignore, aún puede aguantar y darle amor a la relación; no quería escuchar a sus amigos, no quería escuchar que ya no daba para más ninguno de los dos.

Todas las noches lloraba por ese gran amor que le tiene a ese azabache, sabía que el también lo amaba pero no quería aceptarlo, todas esas veces el rubio esperaba que recapacitara y le declarara su amor, pero a veces también uno se cansa de esperar y no recibir nada de la persona que amas con locura.

Empezaba a preguntarse si tal vez para Shisui era más que suficiente o tendría que compartirlo para que así pueda tenerlo a su lado, estaba perdiendo la batalla contra su autoestima y el poco orgullo, dignidad que tenía, después de tanto llorar se quedó dormido; después de todo es el único lugar en el que su dolor se va y puede descansar en calma, sin nada que lo atormente.

Sabía que estaba haciendo mal al no decirle lo que pasaba, sabía que le estaba haciendo daño al hacerle creer que la relación se arreglará y que todo volverá a ser como era antes; pero tampoco quería dejarlo ir porque él es el chico del que se enamoro, el chico que aún amaba con todo su corazón, el chico que con tan solo una sonrisa arreglaba sus días y estas últimas semanas sabe que se está comportando como la peor persona, claro que todos esos detalles y salidas que tuvieron le gustaron demasiado, quería creer que podía hacerlo feliz pero últimamente lo veía más triste y solo; se negaba a creer que era por su culpa.

Desde la última vez que le dijo que no podía salir con el no volvieron hablar, nada de llamadas, mensajes y ninguna salida; le dolía pensar que tal vez el rubio estaba perdiendo interés en él, a pesar de tener a esa chica, no sentía lo mismo que con el menor,a ese doncel bello no podía simplemente dejarlo ir; aún quería creer que lo tenía de nuevo a sus pies.


—Naruto -lo llamo un par de veces, pero al parecer el rubio no tenía la intención de querer hablar con él no mucho menos escucharlo; se arto de esa indiferencia y lo agarro del brazo con bastante fuerza- Te estoy llamando, ¿No me escuchas o qué?

—Me lastimas -dijo sorprendido y adolorido, no podía ver lo que veía, el estaba enojado y tal vez fue por su culpa; al menos quería escuchar una disculpa por no haberlo contactado, no quería verlo enojado con el entonces se apresuró a disculparse. 

—Que sea la última vez que me haces este tipo de cosa, no lo volveré a tolerar -y sin más de marcho buscando a la chica, su nueva conquista.


Lo vio alejarse, al parecer estaba enojado por no responderle, creía que si lo ignoraba el iba a buscarlo pero en cambio solo se molestó. Empezó a echarse la culpa por eso, iba a remediarlo pero fue cuando lo vio con una chica muy hermosa y bella, la sonrisa que tenía antes fue desapareciendo poco a poco; iba ir a reclamarle pero el azabache lo vio y le dio una mirada de clara advertencia, trago pesado y con los ojos llorosos se fue aquel lugar, todo se fue a la borda; quería creer que no es su culpa pero Shisui le hacía creer todo lo contrario, solo juega con el y con los sentimientos que tiene. 

Al verlo ahí parado con un regalo en sus manos y con los ojos llorosos lo destrozó por completo, le dio una mirada diciéndole que no quería una escena en ese momento y lo vio perderse entre la multitud, luego vería como solucionar el problema ahora estaba con su conquista.

Al ir de camino a su casa se dio cuenta de muchas cosas, empezando por sus sentimientos hacia el doncel, en verdad si lo quería y lo amaba más que a nadie, se dio cuenta de la realidad y esperaba que no fuera demasiado tarde para poder estar con el rubio;a partir de mañana trataría de arreglar la relación y hacer de él un chico feliz, esta vez el pondría de su parte y haría de todo para tenerlo a su lado.

Amor perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora