amor y guerra

(●cautiva●)

Pov-Rin:

Empence a sentir un fulgor de luz en mis parpados, pero no los abri, me dolia todo el cuerpo, me punzaban las heridas, el dolor  que sentia entre mis piernas me recordaba que aquello no habia sido una pesadilla, me dolia en el pecho saber que esto era real. Estaba recostada sobre algo blando y no sentia el frio y la duraza caracteristicos de la celda. Me sorprendio esto ultimo y abri los ojos adbrutamente y me movi de mi lugar.

-Aghh!- las heridas de mi espalda hicieron presecia nuevamente.

Estaba en un lugar diferente, no era la celda de antes, aunque parecia tener el mismo estilo de prision con los barrotes de acero, esta tenia una cama con sabanas blancas, en la que me encontraba. Trate de pararme e inspeccionar el lugar, pero me fue imposible, el dolor de mi cuerpo me paralizaba por completo cuando intentaba realizar cualquier movimiento.

~~

Pasaron algunos minutos y note a alguien acercarce, de inmediaro me puse en alerta, hasta que se posiciono frente a la puerta. Era una mujer mayor, de algunos 60 y tantos años, tenia un semblante sereno y amable, detras de ella estaban dos mujeres que tenian caras de asco, no les preste atencion.

-mi nombre es Kaede, señorita, el amo sesshōmaru me ha puesto acargo de ti.

Dijo la anciana sin tono de malicia en su voz, pero al escuchar aquel nombre no pude evitar mostrar curiosidad. Al parecer kaede noto mi desconcierto

- el amo sesshōmaru - y recalco lo siguiente -el lord del oeste me ha dicho que me encargara de su aseo- 

.... mi cuerpo se tenso de inmediato al escuhar esto, el yokai de anoche, ese demonio... tatre de moverme y nada, todo fue para nada. La anciana kaede entro en la celda junto a las otras mujeres, que intentaban poner una cara calmada.

Las tres rodearon la cama y se posicionaron frente a mi, tenia miedo y estaba indefenza. Me quitaron la ropa para dormir que tenia manchada de sangren, no puse resistencia a nada de lo que hacian, solo observaba sin decir una sola palabra.

Kaede tomo una pequeña botella del tamaño de sus manos y quito un pequeño corcho que sobresalia

-es para que tus heridas sanen, es un remedio magico, diferente de cualquier otro de los humanos, es preparado para curar heridas yokai, por lo que su efectividad en el cuerpo humana es instantanea

Dijo al empapar un trozo de tela con el contenido de la botella. Yo me limite a asentir, de mis simientos destruidos al escuchar aquello se levanto el brillo que ayer habia perdido, la ezperanza se ensendio de nuevo y avivo mi espiritu, si me curaban las heridas seria capaz de escapar, de volver con mi familia...

Espere pacientemente a que terminaran, cuando me curaron las heridas, de verdad que fue al instante, toda marca y todo rastro de lo que habia sucedido ayer habia desaparecido, lo unico que permanecia eran mis recuerdos de lo sucedido combinado con la sensacion de asco y suciedad que por mas fisicamente limpia que estuviera no desaparecia, las dos mujeres salieron desde que mis heridas fueron curadas, pero kaede no se retiro y permanecio alli.

Me entrego un yukata blanco y me ayudo a colocarlo, este era revelador, era muy escotado, sentia que al realizar cualquier moviemiento se veria todo, kaede solo me habia dado el yukata sin ninguna ropa interior.

-cual es tu nombre? Pregunto con curiosidad en sus ojos

Hubo silencio por un momento dudaba si contestar, despues de todo esta mujer servia a aquel monstruo, el mismo que me habia hecho tales atrocidades y que sinicamente habia ordenado que me curaran...

-soy rin... dije con la voz un poco rasposa, por todos lo gritos y suplicas de ayer, una lagrima se deslizo por mi rostro, kaede se acerco mucho mas a mi y limpio mi lagrima con su dedo pulgar