第七

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Un precioso pelinegro caminaba entre la multitud reía y se divertía alegre, con dificultad el de orbes color avellana logró acercarse a la barra donde la servidumbre servía el vino, tomo asiento cerca de ahí observando tranquilamente todo a su alrededor, de vez en cuando acercaba la copa de vino a sus finos labios para beber, sin aviso alguno su tranquilidad fue interrumpida cuando sus hermosos orbes se encontraron con unos fríos orbes verde esmeralda, intento de inmediato apartar la mirada más no pudo, aquellos orbes lo tenían en un trance, cuando por fin pudo apartar la mirada se apresuró a tomar un largo trago del dulce líquido magenta este haciendo efecto casi de inmediato sobre la anatomía del hermoso chico, el dueño de aquellos orbes esmeraldas sonrió burlón, estaba satisfecho con la reacción del pelinegro, con aires de grandeza se acercó al de oscuros cabellos.

"Miren quien está aquí, es un placer verte de nuevo primor"- saludo con suavidad y elegancia el más alto.

"No tengo nada que decirte Eros, por favor aléjate de mí"- contesto gélidamente el hermoso chico mostrando completo desinterés, y tan solo por un segundo el filo y frialdad de sus palabras parecieron herir el orgullo del contrario, casi desesperado por tener la atención del bonito chico en el tomo su mentón obligándolo a mirarlo, Jin solo mantenía su mirada inexpresiva.

"Oh vamos Jin, olvidemos el pasado, Solíamos pasarla bien, ¿no es así?, ¿Debo ayudarte a que lo recuerdes cariño?"- susurro Eros peligrosamente cerca de los cerezos labios contrarios,
- "Te extraño primor"- el de castaños orbes sonrió cínicamente realmente divertido con la situación, de un manotazo aparto la mano de Eros liberándose así de su repugnante tacto.

"¿A cuántas personas le has dicho eso en la última hora?"- pregunto el pelinegro con una sonrisa cínica, el de verdes orbes gruño fastidiado, al parecer el pelinegro ya no estaba más bajo su poder, miro una última vez a Jin, este lo miraba duramente.

"Que patético eres, no seas inmaduro y superalo, que fastidio"- exclamó Eros para después alejarse de ahí, Jin solo se limitó a suspirar pesadamente y a tomar otro trago de vino, sintiéndose ahora un poco más ebrio, inconscientemente siguió con la mirada al atractivo dios este hablaba ahora con Venus, su mano estaba posada en la cintura de la femenina que parecía estar encantada con la situación y sin poder evitarlo el bonito pelinegro se sintió herido, decidido a olvidar todo, tomo de un solo trago todo el contenido de su copa para después dirigirse a la multitud que bailaba al ritmo de la música, sin darse cuenta de que era seguido por un dios de intensa mirada.


SeokJin, conocido entre los mortales como el dios de la guerra, como un dios modesto y amable, alabado por su inigualable belleza y enorme compasión, conocido en todo el Olimpo por todos los dioses desde los más jóvenes hasta los más antiguos, era envidiado por algunos y admirado por muchos más, sin embargo a pesar de su enorme y tierno corazón el pelinegro entendió de la peor manera que el amor no sería para él, todos en el Olimpo sabían que Eros y Jin tenían historia, todo ocurrió en una fiesta donde los jóvenes dioses se reunieron para divertirse sin control alguno, esa noche un inocente Jin fue seducido por Eros, sin imaginarse que al aceptar pasar una noche con el atractivo se adentraría en un oscuro túnel de desdicha y desgracia.
Sus encuentros eran pasajeros pero frecuentes, en poco tiempo Jin cayó enamorado de Eros, por desgracia el sentimiento no era mutuo, una noche después de uno de sus múltiples encuentros Jin le declaró sus sentimientos al alto chico de cabello oscuro, el ojiverde se encargó de dejarle en claro al bonito pelinegro que no era más que un juego para el, eso le destrozó el corazón al dulce chico, desde esa noche SeokJin se prometió con las estrellas como testigo que nunca más se volvería a enamorar.

Olimpo [TK][YM][NJ] 𝓑𝒚: 𝓒𝒐𝒏𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora