Dios llama a Abram

150 5 4
                                    

"Basado en Génesis 11-12"

||Pasan muchos años. La gente se olvida del Dios que los creó. Van hacia el sur, recorriendo el Éufrates, y construyen la enorme Ciudad comercial de Ur. Es una región de abundancia, y con abundancia de dioses. Pero el único Dios verdadero habla a un hombre llamado Abram.||

Sarai:
- ¡Abram! ¿Por qué estás afuera en medio de la noche?

Abram:
Sarai, Dios me ha hablado. Me dijo que debemos dejar a la familia de mi padre, a mi nación y a los falsos dioses de Ur. Dijo que viajáramos a una tierra que él me mostrará. Allí hará de nuestra familia una gran nación, y todos los pueblos de la tierra serán bendecidos por medio de mí.

Sarai:
- Da temor dejar todo lo que conocemos, ¡y aun a nuestra familia! Pero confiaremos en que el Señor mantendrá sus promesas.
- ¿Cómo piensas que tomará tu padre esta noticia?

No muy bien...

Padre de Abram:
- ¡Abram no me puede dejarme ahora que soy viejo! Y tú, Lot, eres su sobrino. Debido a que tu padre murió, ¡Abram tiene la responsabilidad de cuidarte! Nos iremos con él.

Abram obedece a Dios y sale de Ur. Pero desobedece al no dejar atrás su vida anterior. Taré, su padre, va con él y lleva muchos ídolos consigo.
Dios guía a Taré, Abram y a toda su familia a las fértiles tierras de Harán. Aunque la tierra es hermosa y productiva, Dios no quiere que se queden allí. Pero Taré ama esta nueva tierra y quiere pasar sus últimos días allí. Por respeto a su padre, Abram se queda en Harán, posponiendo la búsqueda de las promesas de Dios.
Un día muere Taré. Abram es ahora cabeza de la tribu.Sw hace cargo de inmediato.

Tribu:
- ¿Qué planes tienes para la tribu amo?

Abram:
Dios me ha llamado a dejar Harán y a salir con mi familia. Seguiré buscando su tierra prometida.

Abram guía a su tribu recorriendo las tierras circundantes, durante varios años, él y su familia hacen vida de nómadas errantes.
Pero luego el hambre arrasa la región. Abram no tiene suficiente alimento para su tribu. Decide que la única alternativa es llevar a su gente a Egipto, una nación poderosa, con alimento en abundancia.
Pero ese plan le reduce ciertos temores...

Abram:
Sarai, eres la mujer más hermosa que jamás he visto. Tengo miedo de que el Faraón, cuando te vea, se enamore de ti. Como soy tu esposo, me matara para casarse contigo. Debemos simular que somos hermanos.

Sarai:
- Parece poco probable... pero haré lo que pides.

Pero la predicción de Abram se cumple. El faraón se enamora de la hermosura de Sarai. Pensando que es hermana de Abram, el faraón le obsequia a él mucho dinero y regalos, y le pide a Sarai que sea su esposa.
Pero antes de que el faraón pudiera consumar el matrimonio, Dios interviene para salvar a su familia elegida.

Personas:
- ¡Una plaga!

Dios golpea a los egipcios con enfermedad para que permitan a Abram y Sarai irse en paz. Los egipcios dan alimento y dinero a Abram y lo despiden a él y a su familia.
Agradecido de haber escapado, Abram y Sarai reconocen lo necio de su plan.

Abram:
Perdóname, Sarai. No busqué la ayuda de Dios, fui cobarde y confíe en mi propia estrategia para salvarnos.

Sarai:
- Te perdono, esposo mío.

Abram:
De ahora en adelante únicamente confiare en Dios. Solo puedo pedirle que me perdone.

Sarai:
- Estoy segura de que Dios te perdonará, Abram. Después de todo, él nos protegió en Egipto aunque nosotros nos olvidamos de confiar en él.
- ¡Espero que esta sea la última vez que yo deba simular que soy tu hermana!

Abram:
¡Nunca más intentaré torcer el plan de Dios tiene para nosotros!

La Biblia en AcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora