El Omega /Omegavers/ Team Vacío Legal / PAUSADA

Mexicanos

Narrato por pov:

El día se iluminaba con el sol, y la luna se escondía detrás de esas blancas nubes, el pasto elevado se movía con el viento frío y pequeñas flores, florecían con el sol a su lado, mientras que otras dejaban sus últimos petalos en el suelo, para marchitarse.

"ALEJATE HIJO DE TU PUTA MADRE!"

Sip, otro día común en Minecraft Extremo.

Las aves volaron por el lugar por el grito de aquel chico mexicano que corría como nunca, con miedo en sus ojos y con sus piernas corriendo, viendo como una flecha pasaba por su cara quedando clavada en un árbol.

Quackity se asusto más y siguió corriendo como nunca, piernas para que las quiero.

Corrió como nunca de aquel chico de cabellera castaña, con cagas de color gris y dentro de los espejos un color verde, sus ojos eran de color café y llevaba una camisa blanca que estaba más arreglada,con corbata de color negro, tenía un saco de color azul oscuro con botones dorados, está llevaba en el cierre un color grisáceo y en los hombros una línea corta de un color café oscuro, está chaqueta llegaba asta los brazos que estaban con una línea gris algo grande, llevaba un par de guantes negros, que estas mostraban sus dedos, un pantalón negro, junto con unos zapatos grises.

Estaba el modo PVP activado, y por eso corría de aquel chico el cual le robó, no entendía por qué estaba enojado solo robo por hay ur pack de hierro y dos de oro, nada serio.

Y por eso estaba en esta situación corriendo por su vida, intentando escaparse de aquel chico de full hierro.

"Vení acá cagón!" Grito aquel chico con enojo, no sabía quién es este don nadie y el porque venía a topar sus cosas, seguramente estaba solo y se imagino que no había nadie en la casa, que mal por el, pero aquí se necesita corazón duros y no débiles.

"AYUDA!" Se oyó la desesperación de su voz mientras iba corriendo la gran montaña, quería ya llegar a su casa, pero está estaba algo lejos, cuando subió y pudo notar como sus ojos una casa de piedra y otras cosas fue a golpear la puerta como nunca.

"POR FAVOR AYÚDENME!" Grito golpeando con desesperación, si no le habrían iba morir seguramente, ellos eran los únicos que podían ayudarlo en este momento, deseaba a todos los dioses que esas plegarias fueran escuchadas por algún dios o admin.

Miraba esa puerta de seguro con números, iba a morir si no hacía nada o intentaba hacerse un pequeño agujero, esto le pasaba por ir solo.

Recordaba las palabras de Shaodune en su cabeza "Estás seguro que no quieres que de acompañe Quackity?"

"Claro que no Shaodune! Además no soy un niño cabron" dijo riendo, ahora sus palabras le estaban jodiendo, por qué no acepto que el francés ese fuera con el, si no ahora no estaría escapando de la muerte.

Aunque se acordaba que prefería mil veces la muerte, a que su grupo sepa que el es un asesino, se le caería la cara de la vergüenza.

Sin más oía cada paso más cerca de él, y sabía algo iba a morir hay, los dioses tuvieron demasiada piedad para el y el ya la casto toda, ahora estaba pagando la cuenta de ello y no tenía dinero para pagar aquella cuenta.

Sintió como unas manos lo atrajeron de un tirón y ollo como la puerta se cerraba con fuerza, se quedó un minuto pensando y procesando todo.

"Oye wey estás bien pinche criko" oyó una voz mientras analizaba un poco miro a aquel chico que parecía estar mirándolo de arriba hacia abajo como examinandolo, lo estaba poniendo nervioso.

"Oye wey! Primero un café o algo!" Se quejo Quackity mirando a los dos chicos, que se rieron y sonrieron de a par, examinó un poco el lugar todo lleno de cofres y otras cosas, miro a las dos personas las cuales lo salvaron de aquel extraño.

Uno era un chico de cabellera café asta los hombros, tenía unos ojos café oscuros, llevaba un tipo de traje de súper héroe, llevaba una camisa con mangas largas de color amarillo, junto con una pequeña capa de color blanco, tenía un par de guantes de color rojo, tenia un cinturón de color negro que se conectaba por un botón de oro, sus pantalones eran del mismo color de la camisa, y sus zapatos eran rojos con un pequeño talon, el chico era realmente alto y demasiado.

El otro era un chico de menor estatura de cabellera entre gris y café, sus ojos eran de un color negro, llevaba una camisa de color roja que en la parte de los costados era azul claro tenía una insignia de una araña negra, sus mangas eran de un rojo mas fuerte con líneas negras asta el final donde estaban las mangas que eran de un color blanco, sus pantalones negros, sus zapatos eran de un rojo al igual que todo lo demás de diferente tipo, y este tenía un par de líneas blancas y otra que más cosa blanca.

Miro con interés a cada uno los cuales estaban hablando estre ellos, pudiendo notar al hablar un par de asentó y lo confirmo.

Ellos eran mexicanos al igual que el y Missa, extrañamente se alegraba por no ser los únicos mexicanos de este mundo lleno de españoles y argentinos que se habían encontrado, además entre mexicanos nos ayudamos.

"A la verga, ustedes son de México?" Dijo Quackity con mirada ilusionada, estaba feliz y contento era como tener a alguien que sabías que siempre iba a estar a tu lado y en todo momento.

"No no somos españoles, tu que crees wey?" Hablo aquel chico de aspecto de héroe, eso saco una sonrisa en aquellos labios, que fue acompañado por los otros dos.

"Me llamo Quackity" se presentó mientras se sentaba en un cofre, olvidándose por completo que antes estaba escapando de una muerte segura, pero era lo común en este mundo.

"Yo soy Roier y el es Mariana" dijo aquel chico de la camisa de araña, y aquel chico de capa blanca, sonrió de lado y divertido con ellos asta el amanecer.

No supo que horas paso, después de todo se la paso genial con aquellos chicos, eran su sangre y claro que se iban a llevar bien.

Tubo Miles de risas y Miles de bromas, le encantaron aquellas dos personas eran dan iguales a el, como si humor, como de tomar temas serios, encerio iba a guardar a esos dos chicos mexicanos en su corazón.

No como amigos si no como hermanos, por qué eso eran, no de sangre, pero si de corazón y eso valía para aquellos tres chicos.

Descubrió muchas cosas con ellas, primero alguna reglas que el había olvidado, y lo más impactante la gente.

Se pasaron hablando horas y horas, Roier y Mariana describiendo a cada persona y nombrando sus nombres, algo que Quackity se sorprendió, no tenía ni idea de que ellos conocieran a todas las personas de este mundo, cuando el solo se sabía los nombres de algunos.

"A la verga, y ustedes cómo saben todo esa madre" pregunto con curiosidad, mirando su paso de tequila, si había tomado de aquellos chicos ese producto que ellos dos mismos crearon, que por cierto estaba delicioso en el paladar de Quackity.

"Ah, creo que uno de esos culeros, colocaron una pantalla con todos los nombre por hay unos segundos" dijo Mariana que al igual que Quackity estaba borracho, Roier solo se reia por ver a aquellos chicos tan borrachos y las estupideces que hacían cada uno.

Mariana se reía sin sentido y a veces tocaba las mejillas lentamente de Quackity, parecía estar analizando algo, aunque era obvio que estaba más borracho que nada.

Quackity subía a los cofre y se ponía a bailar, o bueno en el intento de hacerlo ya que taba mil vueltas y parecia estar cayéndose a cada rato, mientras cantaba una letra, y repetía cada vez más, estaba hablando en inglés y solo repetía una vez más esas palabras que empezaban a hartarlo.

"Glory, Glory" decia mientras taba mil vueltas, mientras que Mariana se quedaba viendo una patada, no pestañaba, parecia estar teniendo un concurso de miradas con la patata.

"Si que están bien pedos esos weyes, tu que opinas jirafa?"

Digamos que los tres no eran los mejores en tomar cosas con alcohol y se la pasaron bebiendo asta el otro día, con algo de resaca y otro con vómito de su parte, bebieron como nunca esa noche y día.

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Capítulo corto, pero me gustó, gracias por los votos y los comentarios, y encerio no se cómo agradecerlo.

Ya somos 4.78k de vistas, como esta historia se hizo tan famosa?. Ni yo lo sé.

Sin más lo siento por mis faltas de ortografía y Bayyyyyyy.