6. Vacios medio L̶l̶e̶n̶o̶s̶

4 2 0
                                    

Era mi padre, pero no estaba obligado a quererme y nunca lo haría porque en su corazón no había cabida para su única hija.

Para él solo era su hija por un papel, nada más.

La situación era tan dura y deprimente que desde mi infancia, adolescencia y parte de mi adultez viví con ese malestar que se asentaba en mi estómago y me hacía retorcer por dentro de dolor.

Había noches que solo quería llorar y patalear hasta quedarme dormida, pero tuve que aceptar que jamás sería la niña del hombre que contribuyó a mi existencia, mi padre. Y me dolió durante años no recibir su cariño o apoyo, porque sin duda yo lo merecía y necesitaba tanto. Sufrí tanto que me acostumbré a su trato indiferente y dejé de intentar acercarme para ver si algún día él cambiaba conmigo, sin embargo, no lo hizo y no lo culpo, no podía obligarlo a quererme cuando alguien más lo había obligado a reconocerme.

Papá, me dueles.

Porque toda mi vida sentí unos Vacíos medio L̶l̶e̶n̶o̶s̶.

Court © | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora